tag:blogger.com,1999:blog-91664157523997927692024-03-14T08:30:00.461-07:00Región despobladaAnonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.comBlogger66125tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-47561790228738048392019-03-04T04:40:00.001-08:002019-03-04T04:40:14.499-08:00Cómo educar<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVMNlFM_F8-3mJdFoZ1MPVzayZ-VprobyWVQyowoEzdVTREx_NUZHUeksMDB0U5hZJvXHafOeMFuPk5WPZ1v5V30G6NmfkFg46vJumsOMMS0LNgIMbO5soIyY_xirlqOEez_HeJMFNKY4/s1600/Ortega+mis.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="900" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVMNlFM_F8-3mJdFoZ1MPVzayZ-VprobyWVQyowoEzdVTREx_NUZHUeksMDB0U5hZJvXHafOeMFuPk5WPZ1v5V30G6NmfkFg46vJumsOMMS0LNgIMbO5soIyY_xirlqOEez_HeJMFNKY4/s320/Ortega+mis.jpg" width="180" /></a></div>
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;">Venía leyendo en el metro "Misión de la universidad" (1930), de José Ortega y Gasset. Me han llamado la atención muchas de sus ideas. Una, la que más, consiste en la necesidad de que la investigación abandone el ámbito universitario. La universidad formaría al ciudadano culto medio y profesional de nuestra sociedad, mientras que los científicos nutrirían a las universidades, pero "desde fuera". Se distinguiría muy claramente entre el burgués profesional y el científico, libre de trabas. La docencia dejaría de estorbar a los investigadores, las investigaciones dejarían de estorbar a los docentes. Curioso. Como para tomar nota. Y he pensado que, para la secundaria, mi opinión es exactamente la contraria: multiplicar las experiencias de ciencia, especulación y de alta cultura en nuestras aulas de instituto. Lo de ahora no va a ningún sitio. Preocupados (extenuados) por evaluaciones, proyectos concretos y burocracia, el profesor desatiende lo global, la función social de su profesión. Ahondando en nuestro dolor, olvidamos la dirección general de nuestras actividades. Las universidades encallan porque reproducen los métodos de la primaria, y ni se aprende ni se investiga en el maremágnum actual. Por lo tanto, un Instituto de Humanidades como el orteguiano, autónomo, tanto de la universidad como del fascismo de consumo que está laminando nuestras instituciones docentes, quizás sería más necesario que nunca. En lugar de hacer avanzar los conocimientos humanísticos a pesar del franquismo, se trataría de relanzar las actitudes de reflexión en el naufragio mental y tontista actual, nuestro totalitarismo de la sonrisa y la baba. Lástima que yo no tenga tiempo, ni dinero, ni, ay, energía, para intentar aliarme con alguien y soñar con un instituto de cultura histórica, humanística, al margen, que rescatara a nuestros alumnos, porque actualmente son tratados como ganado discapacitado por una sociedad que espera de ellos que callen, sufran, consuman ansiolíticos y jueguen con aparatitos hasta la vejez.</span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-13819759404483161552019-02-21T22:21:00.001-08:002019-02-21T22:21:48.286-08:00Sara Mesa: la escritura inoportunista<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibYG8HK44R_flfJ8UzBYWlMuOZhBVz6kuV2MpNEpvgOnwZNEIbZgZOIg5ezfyrP80QKFdq1DaSlvV-qMVWS_ob4N3DKbmiFUe5beFp1ult4lLj7PichvrtRyfpRTtoc7e6Xro4C6qUtjo/s1600/mesa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="290" data-original-width="174" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibYG8HK44R_flfJ8UzBYWlMuOZhBVz6kuV2MpNEpvgOnwZNEIbZgZOIg5ezfyrP80QKFdq1DaSlvV-qMVWS_ob4N3DKbmiFUe5beFp1ult4lLj7PichvrtRyfpRTtoc7e6Xro4C6qUtjo/s1600/mesa.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Leo con avidez cada libro nuevo que
publica Sara Mesa. El último fue </span><i style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Cara de
pan </i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">(Anagrama, 2018), una novela de estructura aparentemente sencilla,
basada en equívocos, sobre la comunicación y la incomunicación entre los seres
humanos. La sabiduría con la que Sara Mesa evita juzgar moralmente a sus
personajes la convierte en la ensayista perfecta para ir desgranando el caso de
Carmen, una persona sin hogar y enferma a quien Beatriz intenta ayudar porque
un día, casualmente, han empezado a comunicarse. La historia que se explica en </span><i style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Silencio administrativo </i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">(Anagrama, 2019)
tiene que ver con </span><i style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Cicatriz</i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;"> (Anagrama,
2015) y con </span><i style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Cara de pan</i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">: Beatriz y
Carmen son otra pareja de seres humanos que buscan sentido o salir adelante
como sea, tratando de comprender sus impulsos, tanto los que se escapan como
los que podemos encauzar o iluminar de una forma más natural o menos
clandestina.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">La diferencia es que esta vez la
experiencia narrada es real.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Álex Chico, autor de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un final para Benjamin Walter</i> (Candaya,
2017), gusta de cultivar el género que él llama “ensayo ficción”. Sobre esta
forma de indagación novelística ha escrito algún que otro texto programático.
Lo que Sara Mesa nos presenta ahora lo podríamos llamar “ficción ensayo”. Por
fuera, desde fuera, se trata de un ensayo. Hay una voz marco que informa de un
proceso de documentación, y que presenta un problema. Una administración
pública española, en lugar de ayudar a una persona desesperada, contribuye a
triturarla y prepara, por omisión, su destrucción. A partir de aquí, la
historia real de Carmen, la luchadora, y Beatriz, quien trata de ayudarla,
forma una narración: la nueva novela de Sara Mesa. Una novela que empieza: “La
primera vez que la ve le llama la atención de inmediato, por su fragilidad y su
desamparo. No es una mujer completamente ciega, pero lleva bastón y unas
gruesas gafas”. Es el tono habitual de Sara Mesa: detallista, preciso.
Valiente, contenido, carente de estridencias. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Un estilo que actúa de cara, pero en
voz baja.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;">El
resultado es estremecedor. Se me han revuelto las entrañas leyendo este libro,
porque he descubierto a través de qué estrategias de dominio e hipocresías
vamos viendo desaparecer nuestra democracia entre himnos públicos y banderas
varias.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Algunas cifras: el 26,6 % de la
población española está en riesgo de pobreza y exclusión. Unos 2,3 millones de
personas padecen pobreza severa. Entre éstas, unas 40.000 no tienen hogar. Mesa
explica cómo se construyen desde los medios los tópicos según los cuales los
sin techo han llegado voluntariamente a su situación. E incluso cómo son
presentados como privilegiados que no tienen que trabajar y que gozan de
subvenciones millonarias. El caso descrito de Carmen incluye palizas, violaciones,
la obligación de prostituirse, la imposibilidad de recibir asistencia médica,
estancias en la cárcel, agresiones sexuales impunes en albergues públicos,
drogadicción, amenazas de violentos en la calle que se divierten pegando o
quemando vivos a pobres, y sobre todo, de qué forma las personas vulnerables
son ninguneadas desde los servicios públicos. Con todo lujo de detalles
inverosímiles, que el lector no creería si no le aseguraran que son ciertos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La Presidenta de la Junta de
Andalucía anuncia que 42.000 familias de esa comunidad recibirán una “renta
mínima de inserción laboral”. Beatriz inicia los trámites para intentar sacar a
Carmen de la calle. Pero para iniciar esa documentación, Carmen ha de estar
empadronada, y no puede empadronarse porque no tiene casa. De algún modo hay
que acreditar que Carmen vive en la calle, en un municipio andaluz concreto, lo
cual es imposible. Sólo pueden ayudarla los “servicios sociales
correspondientes a su domicilio”. Pero resulta que no tiene domicilio. Hay que
acreditar también ingresos y causa de la situación desfavorable: “Por ejemplo,
el motivo por el que una persona está sin hogar. ¿Es debido a un proceso de
desahucio? ¿Se ha producido una ejecución hipotecaria? ¿Un lanzamiento por
impago de renta? ¿Se perdió la vivienda habitual por incendio, derrumbe u otra
catástrofe? Bien, pues todo debe ir acreditado: contrato de arrendamiento,
advertencias legales por impago, informe de la entidad bancaria que concedió la
hipoteca, informe de los bomberos, de la policía o de quien interviniera en la
catástrofe que obligó al desalojo”… Hipotecas, cuentas bancarias, contratos de
alquiler… La administración vive en otra dimensión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Se anuncian teléfonos a los que no
contesta nadie. Las solicitudes caen en limbos insondables. Algunos
funcionarios responden con evidente mal humor a las peticiones de información.
Las respuestas sobre lo que hay que hacer son muy diferentes según si atiende un
profesional u otro. “Las respuestas”, cuenta Sara Mesa, “son variadas, casi
nunca esperanzadoras, y a menudo dependen más de las personas concretas que de
las entidades”. La ley es un puro capricho, depende de si su intérprete ha
tomado café o no. Las webs parecen utilísimas y eficacísimas, pero son sólo
cortinas de humo. Nada que no suene a quien haya frecuentado las covachuelas
habituales. Con la agravante de que lo que está en juego en el caso de Carmen
es su vida.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Todos los servicios sociales están
saturados. Todas las vías para entregar expedientes, también. Todo lo que pueda
significar ayuda o justicia, está bloqueado. Por falta de personal, por falta
de voluntad política. Algunos funcionarios hablan a Carmen despacio y alto,
como si careciera de cerebro. Los trámites tardan meses, o se extravían sin
ninguna justificación. Los certificados han de enviarse por internet o a través
de plataformas digitales que no funcionan: cuando resulta imposible que un sin
techo disponga de internet. Nadie parece responsable de este caos que tiene
forma de laberinto.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Y otra sorpresa: cuando, tras meses
y meses de entrevistas y gestiones alucinantes, se consigue el miserable
subsidio, ya ha de tramitarse su renovación, con lo que la rueda de
despropósitos no se detiene nunca. Yo he sentido eso, cuando buscaba y obtenía
contratos de investigación. En cierto momento de mi vida me di cuenta de que mi
empleo, mi ocupación, que oficialmente era “investigador contratado”, en
realidad consistía en “sobrevivir”, en gestionar la mera continuidad de mis
posibles actividades. También sentí que era “sospechoso”, de ser un vago o un
bohemio, porque intentaba sacar adelante investigaciones más o menos
ambiciosas. El papeleo necesario para continuar había eclipsado completamente
mi tiempo para aportar descubrimientos a mi sociedad. Hasta que me di cuenta de
que en mi casa, sin el agobio de los trámites absurdos, me podía concentrar más
en lo productivo. Hasta que me di cuenta de que investigar era como una especie
de pecado que no se me perdonaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Los que conocemos cómo funciona
nuestro sistema educativo es posible que tengamos algo que añadir a lo que nos
explica Sara Mesa. La farsa de la educación competencial viene a ser, en otro
ramo de la sociedad, un proceso paralelo al que nos ha descrito la escritora
madrileña. Este curso será el primero en que, de una manera inexorable, y de
forma casi impuesta, los profesores ya no podrán suspender a los alumnos que no
hayan alcanzado las competencias mínimas o no hayan presentado las tareas
propias de su nivel. No es que el sistema fuerce a aprobar a todos, es que en
los documentos preceptivos el suspenso ha desaparecido. Por lo tanto, como ya
no podía disimularse más la enormidad de un completo fracaso social, lo que se
hace es organizar un enorme complejo de autosugestión según el cual a través de
una serie de palabras mágicas quedarán superadas las cifras de fracaso escolar
y llegará una nueva era en la que se conseguirá el aprendizaje pleno para
todos. La trampa es evidente: se destierran los contenidos, se presiona para
que nadie pueda suspender, y las cifras vuelven a los estándares europeos.
Literalmente, parece que a los profesores se nos prohíba enseñar, y tengamos
que sustituir los saberes básicos de un ciudadano occidental por una algarabía
metacognitiva bastante insólita.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Sin embargo, los profesores sabemos
que según este modelo nadie aprende gran cosa (estamos aplicando como si fueran
“innovación” experiencias que han resultado un completo desastre en otros
países) y, lo que nos preocupa mucho más: una parte muy importante de los
alumnos no son capaces ni de interpretar un texto de cuatro líneas ni de
producirlo, y con las propuestas actuales la cosa irá a peor. Pronto no habrá
forma de que nuestros alumnos experimenten una vivencia continuada de logros
científicos y culturales. La educación obligatoria se convertirá en un ámbito
para actividades variadas donde se impartan retales de saber fragmentado e
infantilizado. El objetivo está claro: maquillar la sociedad para invisibilizar
sus disfuncionalidades más escandalosas. Es un caso parecido al narrado por
Sara Mesa, porque es totalmente evidente que el sistema bombardeará a diario
los medios con noticias brillantes, vivencias felices, iniciativas positivas, e
incluso adiestrará debidamente a la población y a los profesionales para que no
se confundan, para corregir su interpretación de los hechos. Para eso abundan
maravillosas webs, redes impresionantes, totalmente desconectadas de la
realidad de las aulas.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;">Pero
la nueva pedagogía es una humillación para padres, alumnos y profesores. De lo
que se trata es de que los alumnos de clases populares no puedan acceder ni al
bachillerato ni a las universidades: se quiebra el puente entre la educación
obligatoria y las formaciones técnicas necesarias para no quedar totalmente
inerme ante la complejidad de la vida contemporánea. Se crean bolsas de
analfabetos funcionales adrede, para alejar la tentación de que alguien
procedente de clase media o baja ingrese en el circuito de privilegio. Los
profesores sabemos que el conocimiento es poder. Y que, por lo tanto, también
es libertad. Sara Mesa escribe que la pobreza, sobre todo, también es “falta de
libertad”. Pobreza es que te aten a la miseria, que te cierren el camino, como
a nuestros jóvenes, a quienes señalamos alegremente su camino hacia la nada,
hacia la vida subsidiada o la explotación laboral. Pero mientras se ningunea al
profesorado y a las familias, que no saben nada de las reformas en curso, las
autoridades ponen en circulación autobuses de promoción de la tarea docente
(Europa Press, 21 de enero de 2019).</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Sara Mesa ha puesto en evidencia que
vivimos en una especie de Democracia Aparente. Sin romper con los grandes
principios constitucionales, se proclaman palabras mágicas desde las tribunas
políticas, y las concreciones sobre el terreno que puedan incidir sobre el
bienestar de la ciudadanía son obstaculizadas desde la esfera burocrática. España
se convertirá en un sistema de castas económicas, si es que no hemos llegado ya
a este punto terminal. Retrocedemos hasta una especie de liberalismo
censatario, caminamos hacia la sociedad de 1845, cuando se le pedía la cédula a
los súbditos para acreditar dónde trabajaban, no fuera que se les ocurriera
pasear o vagar por donde no les correspondía. Me acuerdo de un día, en un
municipio de la provincia de Barcelona, en el que le pregunté a una Técnica de
Integración Social de un centro docente cuáles eran los servicios previstos por
la administración local. Respondió muy claramente: hay una persona que se
encarga de asegurarse de que no hay absentismo escolar. Es decir, que en una
ciudad de más de 100.000 habitantes, los únicos servicios sociales conocidos no
se interesan por si los jóvenes consumen drogas, no estudian o reciben palizas
de sus padres: sólo se aseguran de que estén en algún lugar conocido, y no en
la calle.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;">Un
sistema como el nuestro, que invisibiliza a todo aquel que no acredite cierto
nivel de rentas, no ofrece muchas esperanzas de reforma y enmienda. No es que
haya ciudadanos de primera y de segunda: es más grave, más drástico que eso. La
Carmen del ensayo de Sara Mesa ya no existe. Para el sistema, no tiene derecho
a nada. Sólo a ser violada y a morir. Tan brutal como esto. Es tan grave que
parece demagogia, pero quienes trabajamos de cara al público vemos esta clase
de cosas cada día. Y si lo explicamos nos llaman</span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;">radicales o exagerados. Pero el caso relatado
por Sara Mesa es real, por desgracia. Crudamente real. La administración
sospecha de la víctima y la acorrala contra el muro de su propia destrucción
próxima. Los medios estigmatizan a la persona pobre y de esta forma se azuza el
odio contra ella. Mesa concluye: “Carmen no está en riesgo de exclusión: ya ha
sido excluida. Una barrera infranqueable se alza ante ella”. La única
recomendación oficial es que reviente pronto, y sobre todo que no haga ruido. Que
no moleste, que no se muestre en público. Que no hable, que no trate de
conseguir documentos. Que desista de hacerse ver y oír. En un plano parecido,
el problema de los estudiantes objetores, del fracaso escolar, la evidencia de
que las nuevas pedagogías facilistas son un desatino, tampoco serán visibles.
Nadie sabrá qué clase de imposiciones barrerán la educación pública en los
próximos años. En nuestro iceberg social, solo será visible el triunfalismo
propio de la cúspide de la pirámide. No hay ningún interés en fomentar la
igualdad. Las lacras se tapan y nadie se preocupa de sentar las bases para la
resolución de los problemas sociales más vergonzosos. Donde hay un problema, se
manipulan las estadísticas. O peor: se falsea la realidad, no sea que a los
políticos les falten triunfos de los que alardear. Mientras se presentan cifras
impecables, se irá apartando a cada vez a más generaciones de la ciudadanía
plena.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;">Hay
un tipo de falsa izquierda que ha renunciado a referirse a estos temas. Es
mucho más oportunista sumarse a las modas lingüísticas del momento, adaptarse
al tipo de narrativa autoficcional habitual, poner una </span><i style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;">selfi </i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;">bonita en la portada de tu libro, y tratar de no hacer
evidente que los comportamientos de uno se parecen más a los de la Inquisición
que a los de un movimiento progresista. Cierto tipo de narrativas son más
oportunistas que progresivas. Sin embargo, Sara Mesa, libro tras libro, va demostrando
que opera de modo inverso, desde la honestidad y la complejidad. Su mirada es
la de una investigadora, no la de una autoridad sacerdotal. Buscando las
interpretaciones inesperadas, buceando en los temas que nadie mira desde una
posición por encima de los tópicos. Desde la tersura y la simplísima seriedad.
Y, sobre todo, renunciando al moralismo fácil.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
Andreu NavarraAnonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-17785191424041351992018-08-29T02:25:00.002-07:002018-08-29T02:25:57.593-07:00Anatoli Lunacharski, el poeta revolucionario<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiS6PtCO8I6yk6-mtZyIP0HF0SsC2BJy7crP70tbHYE8rt1H2HPJKIGbNi4sfPXpG0dZ5q4BD0z73wCwXsNFWUJJKJkrVsHdKoZgPMQWMjyCTo9mW5D75DbJq_WL3Q6t14fMcBnrO3crnw/s1600/lun.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="264" data-original-width="191" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiS6PtCO8I6yk6-mtZyIP0HF0SsC2BJy7crP70tbHYE8rt1H2HPJKIGbNi4sfPXpG0dZ5q4BD0z73wCwXsNFWUJJKJkrVsHdKoZgPMQWMjyCTo9mW5D75DbJq_WL3Q6t14fMcBnrO3crnw/s1600/lun.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Anatoli
Vasilievich Lunacharski nació en Poltava el año 1875, y siguió sus estudios en
el <i>gymnasium </i>de Kiev. Su padre era un
funcionario de ideología progresista. En el quinto curso ya se había afiliado a
un círculo revolucionario marxista. Como esta circunstancia le hubiera cerrado
las puertas del mundo académico ruso, consiguió convencer a su madre de que
fuera enviado a Zúrich para estudiar Filosofía junto al maestro Avenarius. En
esa ciudad formó parte del núcleo político de Plejanov y Axelrod, y leyó con profusión
a sus autores predilectos: Spencer, Schopenhauer y Nietzsche. En 1897 volvió a
Rusia y sufrió varias detenciones. En 1906, lo encontramos exiliado por varias
ciudades europeas de Francia, Italia y Suiza, convertido en un fiel colaborador
de Lenin. Vladímir Ilich Uliánov era cinco años mayor que él. Lunacharski
consideró siempre a su amigo y mentor como un genio estratégico; en cambio, se
veía a sí mismo como un “poeta revolucionario”. El tipo de vida andariega que
mantuvo en Europa construyó el típico perfil de revolucionario cosmopolita y
culto que Stalin gustó de borrar de la faz de la tierra a partir de 1928. Antes
de ejercer tareas de gobierno, Lunacharski fue un activo orador, periodista,
escritor y crítico literario. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Sin
embargo, el destino de Lunarcharski fue menos hostil que el de otros
revolucionarios de la vieja guardia. En los primeros compases del triunfo
bolchevique fue nombrado Comisario de Instrucción Pública. Como escribió John
Reed, el 2 de noviembre dimitió ruidosamente tras ser engañado. Se le dijo que
la Catedral de San Basilio acababa de ser destruida. Lunacharski abandonó una
reunión gritando que no podía soportarlo. Sin embargo, retiró la dimisión
cuando la información fue desmentida. Su gesto se interpretó justamente en su
época: Lunacharski se convirtió en la bisagra entre el mundo tradicional ruso y
el Estado en construcción. Su obra debe ser considerada como el justo medio
entre la conservación del legado cultural tradicional y su adaptación a los
tiempos revolucionarios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Ocupó
el ministerio hasta 1929, año oscuro de consolidación del estalinismo. Dimitió
porque vio definitivamente derrotado su ideal de ofrecer una educación integral
para los hijos de los obreros: durante toda su trayectoria, aliado con la
esposa de Lenin, luchó por su proyecto de mantener una escuela que combinara la
introducción al trabajo con los saberes generales y humanísticos. Pero el signo
de los tiempos viraba hacia una tecnificación acelerada de los estudios. El
régimen necesitaba técnicos, y no pensadores. Nadezda Krupskaia, viuda de
Lenin, quiso dimitir junto a él, pero no se lo permitieron. Para ella, la dedicación
tenía que crear no solo obreros sino también “directores de fábrica”. Lenin
mantenía controlado a su amigo a través de su esposa, que se convirtió en el
centro ideológico del comisariado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> La lucha entre los proyectos
pedagógicos del Narkomprós y los de los partidarios de la Escuela Técnica
llegaron a su punto culminante en 1920. Y no fue el único problema con el que
tuvo que lidiar Lunacharski. Con el país enfrascado en una guerra civil, tuvo
que invitar a la comunidad educativa a abrazar los ideales de los bolcheviques,
sin recursos, sin posibilidad de capilarizar las propuestas oficiales a los
rincones de un país inmenso, y a la vez contando con una masa de maestros
declaradamente hostiles al gobierno comunista. Cuando el nuevo ministro tomó
posesión, ni siquiera se sabía con exactitud cuántos departamentos dependían de
la institución. La intendencia militar y los transportes acaparaban la atención
de los bolcheviques, que despreciaban la enseñanza y la cultura. El objetivo
durante años fue centralizar desde el Narkomprós controlado por él y Krupskaia
la totalidad de los centros docentes preexistentes, pero la realidad era que
los ministerios de Comercio e Industria, Finanzas, Agricultura y Comunicaciones
eran muy reacios a ceder sus espacios y su personal. En 1918 Lunacharski
redactó su célebre <i>Informe sobre la
Escuela Única de Trabajo</i>, que abogaba por un sistema en el que el Estado
mantuviera las presiones bajo mínimos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> La situación del sistema educativo
ruso en 1918 era totalmente caótica. Con todo, Lunacharski y Krupskaia
consiguieron fundar innumerables jardines de infancia, colonias educativas y
centros experimentales. En esa nueva educación imaginada se abolían los
castigos, se estimulaban el teatro y la creatividad, se promocionaba el
acercamiento afectivo entre los alumnos y los tutores, y la escuela
proporcionaba ropa y una alimentación adecuada a los niños. El norteamericano
Dewey era el pedagogo predilecto de Lunarcharski, y su máximo inspirador. Y es
que las comunas infantiles se habían convertido en necesidades urgentes para
dar cobijo a los huérfanos que iba dejando la guerra. Aun así, Sheila Fitzpatrick
dejó escrito que entre los proyectos aprobados por el Narkomprós y su
realización efectiva medió siempre un abismo. La esperanza de Lenin, que sí
estaba interesado en la filosofía y la propaganda, era que aquellos niños
trajeran el verdadero socialismo tras la etapa de la dictadura del
proletariado. Para estimular al ministro en la combatividad, fue colocado a su
lado Evgraf Litkens, que formaba ya parte de la generación de la guerra civil,
y cuya mentalidad encajaba más con el bolchevismo militarizado. Para los
líderes del partido comunista, Lunacharski fue siempre demasiado tolerante, un
soñador rodeado de poetas y bohemios. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Nunca
fue elevado al Comité Central ni se le consideró un político relevante. Sí se
convirtió, desde 1917, en un orador muy apreciado y querido. Tras su salida del
ministerio, fue nombrado embajador en Francia, lo que en el código de la época
bien podía significar la antesala de la caída en desgracia definitiva. Murió en
1933, en la localidad de Merton, mientras viajaba hacia España con el objetivo
de tomar posesión del cargo de embajador de URSS en la República Española. Con
la muerte de Lunacharski, desaparecía la cara más amable del régimen soviético.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Su
elección como embajador en España no había sido un azar, puesto que Lunacharski
era un gran admirador de los clásicos españoles. En 1934, se publicó en España
su drama <i>Don Quijote Libertado</i>. En
esta primera edición, no figuraba editor, aunque fue elaborada en los Talleres
Gráficos Marsiega. Sí en otra del mismo año, que publicó en Madrid la casa Luz.
La pieza fue reeditada en Barcelona dos años después, por Boreal. En 1969, Seix
Barral recopiló algunos de sus ensayos sobre arte escritos entre 1917 y 1929. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> En su artículo “El poder soviético y
los monumentos del pasado”, Lunarcharski explicaba que “en un país que sufre
una crisis revolucionaria en la que las masas, llenas de justo odio hacia zares
y grandes señores, extienden dicha enemistad a sus viviendas y a sus bienes por
no estar en condiciones de valorar la importancia histórica y artística de los
mismos debido a la ignorancia a que continuamente estuvieron sometidos por
parte de los mencionados zares y grandes
señores, en este país, detener la ola de destrucción, no solo conservar los
tesoros culturales sino ponerse manos a la obra para reavivarlos, para
convertir los museos momificados en bellezas vivientes”. En este fragmento se
perfilan dos pilares básicos del sistema soviético: la dignificación de las
masas a través de la cultura y la instalación de centros docentes, hospicios y
sanatorios en antiguos palacios aristocráticos. El programa ministerial
pretendía trasladar al obrero y sus hijos al palacio, mientras se le educaba
para apreciar los tesoros artísticos. Para ello resultaba imprescindible
conservar los edificios señoriales e instaurar un sistema educativo
dignificador. Para ello se empleó fondo
Lunacharski desde su oficina. El comunismo, según su visión, no era otra cosa
que un ideal educador, humanitario y civilizador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Entre 1908 y 1909, Lunarcharski
vivió en Capri invitado por Gorki. Ambos gustaban de organizar congresos y
charlas de contenido doctrinal. En 1908 y 1911 publicó en dos volúmenes una de
sus obras mayores: <i>Religión y Socialismo</i>,
para polemizar con el racionalismo de Plejanov. Lunacharski opinaba que el
comunismo debía ser una religión del hombre, una nueva espiritualidad basada en
una solidaridad mutua que construyera una nueva época. En los años treinta,
aquello era totalmente incompatible con la deriva que tomó la política
soviética. Incluso Lenin llegó a romper con él, considerándolo un “charlatán” y
un místico. Sin embargo, se reconciliaron en 1915. Visto en perspectiva, Lenin
utilizó a Lunacharski, su hombre diplomático, para impulsar una reforma lenta
que evitara el rechazo frontal de la comunidad académica y científica. Situar
al frente del Narkomprós a un bolchevique “duro” le hubiera causado más
problemas que beneficios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Las instrucciones y reformas del
Narkomprós encontraron un muro infranqueable entre la comunidad científica
rusa. Los profesores de la Universidad de Moscú procedían, en su mayoría, del
partido cadete; su ideología era de tipo liberal, predominaba entre ellos el
anticomunismo, y se habían comprometido con la revolución anterior. Los
estudiantes también veían con malos ojos las injerencias del ministerio, lo
cual mortificó a Lunacharski durante años. En general, muchos maestros y
profesores creían que el nuevo régimen no iba a durar, y aguardaban con
esperanza la victoria de los ejércitos blancos. Sin embargo, Lenin ordenó que
se mantuviera la autonomía en los centros académicos: comprendía lo que también
comprendió Stalin: su régimen necesitaba mantener a una casta científica
activa. Oldemburg, predecesor de Lunacharski en el ministerio, lideró esta
resistencia por la autonomía académica desde las aulas universitarias y los
laboratorios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> En 1918, Lenin comunicó a
Lunacharski su orden trascendental de instalar propaganda por todos los
rincones del nuevo estado, y le indicó la necesidad de que el arte incorporara
un vector útil a la Revolución. Es el momento en que dio comienzo la explosión
del cartelismo. Lunacharski ocupa un lugar doble en la historia de las Artes.
Por un lado, se le considera el diseñador de la propaganda política soviética;
por otro, se le reconoce la voluntad de no querer imponer una línea estética
oficial que ahogara la creatividad de los artistas y escritores de la época. En
“La Revolución y el arte”, escribió: “Como se comprenderá, el Estado no tiene
intención de imponer por la fuerza sus ideas revolucionarias ni sus gustos a
los artistas”. Lunacharski se propuso apoyar un arte oficial vanguardista, pero
sin imponer una determinada dirección. Algo que cambió drásticamente en los
años treinta, cuando el realismo socialista sustituyó por ley cualquier otra
forma de expresión. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Lunacharski fue, ante todo, un
idealista de la ilustración popular y un animador cultural sin precedentes.
Cuando, en 1932, Stalin prohibió explícitamente las estéticas de vanguardia,
las artes decayeron increíblemente en Rusia. Se cerraba de ese modo el capítulo
más creativo y recuperable de la Revolución de 1917: el del despliegue de un
sistema educativo único por su extensión y su modernidad pedagógica, y el del
desarrollo de todo tipo de ismos que venían de atrás pero que habían visto el
campo abonado para su expresión y socialización, incluso internacionalmente.
Los capítulos siguientes a su actuación fueron de una aterradora tristeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Andreu Navarra</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
Publicado en "La Aventura de la Historia", 238, Agosto de 2018.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-77112342743265401222018-07-10T00:23:00.001-07:002018-07-10T00:26:50.904-07:00Andariegos, nueva literatura de viajes<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjw3t853xhXGSVF2uyZii9fn78XVxWMfNSvgAB4VLdbjLZw5f-FKw3Tyt5Tn2aj2zqEULS73D89Y_Ybmza42QitYNXIuhBXlSxBRrKBU_s5iaryGk5n-naW38szpx4Hce6u0bDLbiL9VIk/s1600/mog.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="277" data-original-width="182" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjw3t853xhXGSVF2uyZii9fn78XVxWMfNSvgAB4VLdbjLZw5f-FKw3Tyt5Tn2aj2zqEULS73D89Y_Ybmza42QitYNXIuhBXlSxBRrKBU_s5iaryGk5n-naW38szpx4Hce6u0bDLbiL9VIk/s1600/mog.jpg" /></a></div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Pienso
que tendríamos que alegrarnos de que en nuestra república de las letras
destaque una escritora como Patricia Almarcegui, una auténtica aventurera
literaria como las de la época de la Ilustración o el Romanticismo. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Conocer Irán </i>(Fórcola, 2018) es una
auténtica revelación. Almarcegui es capaz de cincelar párrafos como si su
propio espíritu fuera una escultura, y la estatua de sí misma la construyera a
partir de sus relaciones con los paisajes, la arquitectura, los jardines, las
artes aplicadas y las demás mujeres, hermanas suyas fugaces, con que se cruza
en su viaje, un viaje que va volviéndose iniciático a medida que se avanza en
la comprensión integral del mosaico persa. No es solo que describa con enorme
exactitud lo que ve: es mucho más. Lo que consigue esta escritura es
desentrañar las claves íntimas y los significados espirituales de los objetos
que desfilan ante ella. Le entran a uno ganas de ir, y de hacerlo ya, a
ciudades como Isfahán, Yazd, Kashan, Mashsad, Kermán o Shiraz, donde la autora
vivió luego, y que debe ser algo así como la Sevilla de Irán.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Conocer
Irán </i>invita a volverse loco y salir a ver mundo sin red. Pero,
entendámonos, a vivir una locura ilustrada como la suya.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>Impresiona la capacidad de asombro de Almarcegui. Impresiona su
capacidad para integrar la realidad otra y de abandonarse a su seducción. Su
talento para desentrañar lo real oculto, el carácter de las gentes y las
culturas con las que tropieza. Impresiona la naturalidad con la que expone las
dificultades por las que ha de pasar una viajera por el simple hecho de ser
mujer e ir sola. Impresionan su sabiduría, su capacidad por engarzar anécdotas,
historia y deslumbramientos en una prosa basada en la arquitectura de los
párrafos y la confesión moderada. Un libro delicioso, vaya.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>También va siendo hora de que la
crítica se fije en el Eduardo Moga prosista. Su obra dedicada a los viajes
empieza a ser ya muy extensa. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La pasión
de escribil. Relato de tres viajes a Hispanoamérica </i>es del 2013; <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Corónicas de Ingalaterra. Un año en Londres</i>,
del 2015; y su continuación homónima, con el subtítulo añadido de “Una visión
crítica de Londres”, del 2016. Los ha ido publicando en La Isla Siltolá y
Varasek. A sus toneladas de excelente poesía hay que ir colocando ya todas
estas toneladas de impresiones y juicios en buena prosa. Su nueva entrega, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El mundo es ancho y diverso, </i>incluye un
relato sobre una estancia familiar en Lanzarote, la aventura de un festival
literario en Polonia y Ucrania y un periplo tunecino; lo acaba de publicar
Baile del Sol. Todo ello viene a sugerirnos que la dedicación moguiana a los
viajes no es una broma ni un episodio fugaz, sino un cultivo creciente sobre el
que valdría la pena detenerse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Lo
que más abunda en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El mundo es ancho y
diverso </i>es la ironía: “A mí las actuaciones folclóricas siempre me han dado
sueño (de hecho, solo puedo imaginarme tres cosas más narcóticas que un
festival folclórico: una misa, un encuentro de poetas de la experiencia y un congreso
de auditoría y contabilidad”; o: “Muy pronto comprobamos la eficacia del
servicio de guaguas: el último autobús a la capital acaba de salir, y el
siguiente tardará una hora y media”. Un humor que no abundaba en sus libros
dedicados a Londres, lugar que dejó en el autor una impresión culturalmente
rica pero más bien nubosa y crítica. La idiotez inmanente en el mundo del
turismo es una de las cosas que más indigna al visitante de Lanzarote, pero a
la vez el autor se pregunta por qué a veces no puede reprimir el instinto de
hacer el guiri. Asimismo, el libro concentra un acerado anticlericalismo,
característico también de los textos de Moga, así como la denuncia de los
nombres de fascistas colocados sobre placas, calles y hoteles. Y se nota que
escribe un poeta, sobre todo en las pinceladas de paisaje: “Contemplamos el
paisaje de Lanzarote por primera vez: picachos pelados se elevan, como pezones,
de la tierra seca, y a sus pies se disponen, como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">legos </i>dispersos, islotes de casas blancas y cuadrangulares. Entre
los montes y las agrupaciones de casas, muretes de piedra volcánica intersecan
los campos”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">También
llama la atención, en el libro, el interés moguiano por las desnudeces de las
mujeres y los juguetes pornográficos. Se trata del registro que exploró en sus <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Seis sextinas soeces</i>. Y no es un
registro erótico; no: es un registro soez, un idioma guarro. La sinceridad
entra de lleno en la poética del autor, que tiene un falito con patas sobre la
mesa de su despacho y se hace fotos con estatuas de enormes falos. Ver nalgas y
tetas, lamentar el estado de vejez y decadencia física, admirar y dejarse
enamorar por chicas guapas y cultas, es su manera de denunciar la hipocresía
generalizada, y de reivindicar el sexo como algo lúdico y vital. Eduardo Moga
es un escritor radicalmente materialista, ateo y, a veces, pornográfico como un
goliardo. Es un auténtico pagano medieval. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
mundo es ancho y diverso </i>es, curiosamente, el libro más confesional del
autor, el que más refleja su vida familiar, su identidad y su manera cotidiana
de vivir y pensar. Hacia el final de la obra, Moga nos muestra qué opinión (o
pasión) le despiertan los libros de viajes: “Me gustan los libros de viajes:
leerlos y escribirlos. Es una forma singularmente directa de obtener lo que
persigo en literatura: ser otros, vivir más, ser más”. Es una declaración
aleixandresca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En el otro reverso de la medalla, el
neorromanticismo pudoroso de Sergi Bellver, que acaba de publicar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Variaciones sobre Budapest </i>(La Línea del
Horizonte), una auténtica joya del género. Lo siento, me pierden los libros
minúsculos. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Conocer Irán</i>, también es
un maravilloso libro menudo. Para escribir una novela sobre el Imperio
Austrohúngaro, Bellver pasa unos meses en la capital húngara y se deja enamorar
por todos sus rincones. Cuando observa a chicas en el metro, Bellver se entrega
al más musical de los sentimentalismos. Estamos muy lejos del exhibicionismo
juglaresco de Eduardo Moga. Bellver engarza su impresionante capacidad de evocación
y vivencia y observación con pasajes musicales, y el resultado es una viva
sinfonía de sensaciones armoniosas. Moga bebe de Sade y de la Ilustración
gamberra; Bellver es más sereno y leopardiano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Más que una teoría del viaje, lo que
firma Bellver es una teoría de la vida, de la Historia, un manifiesto a favor
de la lentitud y una teoría de la soledad: “Otra de las bondades de la renuncia
es, simplemente, ser dueño de tu tiempo y no tener que cumplir con un programa
solo porque los demás esperan que lo hagas”; “Viajar en tren es atender al ritmo
del paisaje no tiene nada que ver con facturar kilómetros”. Bellver es uno de
los escritores más puramente escritores que pueden encontrarse hoy en nuestro
país. No es que sea “puro”, es que lucha desde el nomadismo y la ascética por
no ser más que un escritor. Por ejemplo, Moga es también editor o padre, y
Patricia Almacergui es también aventurera y profesora. Bellver escribe: “Para
mí, viajar tiene que ver con estar dispuesto a extraviarse, a renunciar a un
plan, a no cerrar el círculo previsto”. La impresión fugaz, el descubrimiento
íntimo, la metáfora feliz (“veo deslizarse las anguilas amarillas de los
tranvías”), la belleza para sí misma, son las cosas que persigue.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Viajar es huir del turismo, de los
tópicos y de las aglomeraciones idiotizadas. Estos tres autores nuestros lo
demuestran y defienden. El género goza, por lo visto, de excelente salud.
Disfrutémoslo, estudiémoslo como se merece. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<br />
Publicado en "Quimera", Núm. 414, junio de 2018.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-84924312735986626082018-07-10T00:18:00.001-07:002018-07-10T00:18:27.919-07:00"Els fenòmens de l'atenció", curs fantasma d'Eugeni d'Ors<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMTH0IvJsFA7-E_FqaMN_D86nLEH0S6msnzuE7Gjg7HUAlrrie5AzoVuHJb327EUSuHbt1OMr0AZNrIDFBt8UpzQ136OxFLqWvpmW4M_19nv5qxyoJG5yranT-3nHNousl-WTOjUw2JB0/s1600/orsull.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="670" data-original-width="431" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMTH0IvJsFA7-E_FqaMN_D86nLEH0S6msnzuE7Gjg7HUAlrrie5AzoVuHJb327EUSuHbt1OMr0AZNrIDFBt8UpzQ136OxFLqWvpmW4M_19nv5qxyoJG5yranT-3nHNousl-WTOjUw2JB0/s320/orsull.jpg" width="204" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;"> L’abril de 1909, Eugeni d’Ors va impartir un curs sobre
“La lògica del fenomen diastàsic” al local dels Estudis Universitaris Catalans.
La forma, el fons i el context d’aquelles conferències eren força coneguts per
la crítica. Víctor Pérez es va doctorar l’any 2014 amb una tesi brillant sobre
la segona part d’aquell curs, impartida al desembre de 1909, segona part que
ara ens presenta editada en forma de llibre. L’obra havia passat totalment desapercebuda,
ja que ni tan sols el propi Pantarca n’havia fet referències clares. El text
dormia el son de més d’un segle en una de les caixes de l’Arxiu Nacional de
Catalunya, a Sant Cugat, i pot situar-se amb tota justícia al costat d’altres
textos orsians de naturalesa filosòfica, com </span><i style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">La vall de Josafat</i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;"> o </span><i style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Filosofia
de l’home que treballa i que juga</i><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: CA;">La presentació de Xavier Pla, summament didàctica i
informativa, s’assembla a totes les que ha anat situant a l’inici de les seves
edicions del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Glosari </i>català de
Xènius, o a la que va encapçalar la seva edició d’<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Historias lúcidas</i> (Fundación Banco Santander, 2011). El text de Pla
ens serveix per entendre un dels aspectes més desconeguts per la figura d’Ors:
el seu compromís amb la ciència experimental. Pla ja va recuperar i publicar,
l’any 2009, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La curiositat </i>(Quaderns
Crema), un altre original perdut d’Eugeni d’Ors que es pot considerar un text
germà del que ara torna a la llum.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: CA;">La introducció de Víctor Pérez, editor de l’assaig orsià,
presenta una estructura original, copiada del clàssic esquema de la comunicació
humana: Emissor, Receptor, Canal, Missatge i Context. I la idea és bona, perquè
totes aquestes circumstàncies eren anòmales l’abril de 1909, quan Eugeni d’Ors
va reunir per segona vegada un selecte públic barceloní al local dels Estudis
Universitaris Catalans (que ocupaven un local de la plaça del Pi) per tal de
comunicar-li les seves troballes i descobriments del món parisenc, en matèria
de Psicologia Experimental. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: CA;">Perquè en aquelles quatre sessions, ens explica Pérez,
era Eugeni d’Ors, i no Xènius, qui prenia la veu. Un conferenciant que
desitjava minoritzar el creador literari per tal que aflorés l’autèntic
científic. Un ideòleg patriota que pensava que tenia el deure de recompensar
Barcelona amb la saviesa que havia adquirit a Europa. Segons Pérez, “Eugeni
d’Ors expressa, doncs, la voluntat manifesta de diferir de Xènius en
l’estil<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>i els mètodes emprats”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>I potser per aquest motiu, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Glosari </i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
Veu de Catalunya</i> no va recollir la matèria dels actes. El receptor també és
digne de reflexió: a qui anaven dirigides aquelles paraules? No pas a un públic
majoritari o mitjà, sinó a una selecció d’escollits que havien de formar part
d’una avantguarda de construcció nacional. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: CA;">D’Ors vivia, llavors, a París. Entre la primera part del
seu curs i la segona van passar nou mesos. El que fa Ors no és altra cosa que
presentar les lectures científiques que ha realitzat a París, Ginebra i
Heidelberg: Bergson, James, Ribot, Pillsbury, Lange, Binet, Wundt, entre molts
d’altres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: CA;">Quant al canal, ja hem dit que d’Ors va escollir un to
d’alta cultura basat en l’oralitat immediata. Calia insistir-hi perquè el text
recuperat traeix l’esperit original del procés creatiu, atès que es tracta d’un
esquema molt desenvolupat, però totalment dirigit a un acte oratori. Finalment,
Pérez posa en dubte que l’objectiu del curs orsià fos la mera transmissió
científica. La seva conclusió és que les quatre conferències es van revestir
d’aspectes rituals o litúrgics, gairebé religiosos, destinats a consolidar una
autoconsciència col·lectiva. L’afirmació grupal d’una generació que pretenia
construir una nació a través de la investigació científica i la Cultura. És la
part més interessant i original del seu estudi. Ens trobem en els anys de
màxima identificació d’Ors amb els projectes culturals inspirats per Prat de la
Riba. Sense el context dels traumes derivats de la setmana Tràgica i la
terrible tensió que es vivia als carrers de Barcelona, no es pot arribar a
entendre exactament què podia significar per a un grapat de pensadors el fet de
reunir-se per celebrar un seminari de Psicologia Experimental en català.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: CA;">No és cert que Eugeni d’Ors prescindís de la voluntat
d’autor en el seu discurs falsament científic; discurs filosòfic, en realitat.
Ja ho percep qui s’endinsa en aquest breu assaig, dens i solemne. Víctor Pérez
ha recuperat un bell tros de bona prosa, i de pas ens ha regalat una fotografia
de l’ambient intel·lectual barceloní d’un any concret. Un ambient en què una
colla de joves catalans maldava per començar a desenvolupar una cultura
científica homologable amb l’europea.<o:p></o:p></span></div>
<br /><br />
Publicat a "Quadern - El País Catalunya", 28 de juny de 2018.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-89024338257299482842018-05-16T12:26:00.000-07:002018-05-16T12:26:31.129-07:00L’impacte de la Primera Guerra Mundial a Catalunya<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCD2bjcbn6q1XU_lcMFy7cf3cdB50b0q5Ewz-NW0NhAXp-g32MxjFWIvmynIZQtRkg-PcdkClG8OmPScWnFe6EzJabcbHWSXOEYansyTQ2prWW9_AI-tnQOvi6W2fTMgkWSfS8ROywnE0/s1600/01-Afers-89.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCD2bjcbn6q1XU_lcMFy7cf3cdB50b0q5Ewz-NW0NhAXp-g32MxjFWIvmynIZQtRkg-PcdkClG8OmPScWnFe6EzJabcbHWSXOEYansyTQ2prWW9_AI-tnQOvi6W2fTMgkWSfS8ROywnE0/s1600/01-Afers-89.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: Cambria; font-size: 12pt; margin: 0cm; outline: none; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: middle;">
<span lang="CA" style="color: black;">Ja fa quatre anys que feia cent anys, però en fa dos que em plantejava, escrivint un llibre sobre aliadofília i germanofília catalanes, quins podrien ser els passos següents. El present monogràfic no és exactament el pas següent, sinó el feix de passos endavant que calia fer. Comentava que calia aprofundir en la germanofília catalana. Ho ha fet <b>Xavier Pla</b>en el seu estudi sobre <b>Manuel de Montoliu</b>, que no només ens aporta les claus per a la comprensió global de la seva obra, sinó que defineix i comenta quin va ser el seu paper en l’opinió pública catalana entre 1914 i 1918. Comentava que calia un estudi sobre neutralitat: l’aporta, amb afany exhaustiu, l’estudi sobre el paper de la Lliga de <b>Josep Lluís Martín i Berbois</b>. <b>Josep Fontana</b> no s’ha centrat en el camp català, sinó que ens introdueix en el context internacional del qual formaven part els Països Catalans.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: Cambria; font-size: 12pt; margin: 0cm; outline: none; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: middle;">
<span lang="CA" style="color: black;">Coneixíem força bé l’aliadofília. Potser un dels historiadors més matiners va ser <b>Joan Safont</b>, a qui es deu </span><i><span lang="CA" style="color: black;">Per França i Anglaterra! La Primera Guerra Mundial dels aliadòfils catalans</span></i><span lang="CA" style="color: black;"> (Acontravent, 2012). Safont ens ofereix una perspectiva dels festejos que es van produir a la capital catalana l’any 1918, un cop es va saber que la guerra havia acabat. Era urgent desfocalitzar la nostra lent dels compassos inicials de la contesa, per tal d’explicar també què va passar durant els terribles anys 1916, 1917 i 1918.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: Cambria; font-size: 12pt; margin: 0cm; outline: none; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: middle;">
<b><span lang="CA" style="color: black;">Francesc Montero</span></b><span lang="CA" style="color: black;">, especialista en <b>Josep Pla</b> i en el període que abordem, aprofundeix notablement en l’estudi de les fonts primàries dels protagonistes catalans que van participar a la guerra. El seu treball sobre <b>Frederic Pujulà</b> és l’exemple màxim de com el retorn a l’hemeroteca i l’arxiu ens permet ampliar el nostre horitzó de possibilitats historiogràfiques. A «La posició política dels membres de la Lliga Regionalista davant la Gran Guerra», Josep Lluís Martín i Berbois ens resumeix la posició que van adoptar les personalitats catalanes vinculades al regionalisme i al nacionalisme lliguer. L’autor analitza amb rigor les aportacions dels imprescindibles <b>Josep Pla</b>, <b>Enric Prat de la Riba</b>, <b>Josep Puig i Cadafalch</b> i <b>Francesc Cambó</b>, així com de figures no tan conegudes, com les de <b>Ferran Agulló</b>, <b>Carme Karr</b>, <b>Joan Garriga</b>, <b>Lluís Duran i Ventosa</b>, <b>Pere Rahola</b>, <b>Alfons Maseras</b>, <b>Joan Costa</b> o <b>Josep Maria Trias de Bes</b>, al costat d’altres directament problemàtiques i de molt complexa interpretació, com ara <b>Eugeni d’Ors</b>. I és que, al si de la Lliga Regionalista, va existir molta diversitat d’opinions entre 1914 i 1918, en una qüestió tan essencial com era la política exterior, una clau per a qualsevol moviment nacionalista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: Cambria; font-size: 12pt; margin: 0cm; outline: none; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: middle;">
<span lang="CA" style="color: black;">Un dels historiadors més actius sobre l’any 1914 ha estat, indubtablement, <b>Maximiliano Fuentes Codera</b>, que va publicar, l’any 2009, el seu estudi pioner </span><i><span lang="CA" style="color: black;">El campo de fuerzas europeo en Cataluña: Eugeni d’Ors en los primeros años de la Gran Guerra</span></i><span lang="CA" style="color: black;"> (Pagès). Tot seguit n’arribaren molts altres: </span><i><span lang="CA" style="color: black;">España en la Primera Guerra Mundial. Una movilización cultural</span></i><span lang="CA" style="color: black;"> (Akal, 2014); juntament amb <b>Xavier Pla</b> i <b>Francesc Montero</b>(col·laboradors d’aquest monogràfic) va editar el rellevant </span><i><span lang="CA" style="color: black;">A civil war of words. The cultural impact of the Great War in Catalonia, Spain, Europe and a Glance to Latin America</span></i><span lang="CA" style="color: black;"> (Peter Lang, 2016), d’indubtable intenció universalista, i diverses coordinacions: «La Gran Guerra de los intelectuales: España en Europa» (per a la revista </span><i><span lang="CA" style="color: black;">Ayer</span></i><span lang="CA" style="color: black;">, 2013) i «Los intelectuales españoles frente a la Gran Guerra: horizontes nacionales y europeos» (amb <b>Àngel Duarte</b>, per a </span><i><span lang="CA" style="color: black;">Historia y Política</span></i><span lang="CA" style="color: black;">, 2015). Fuentes revisita el paper fonamental d’Ors en el capítol tercer del seu llibre més recent: </span><i><span lang="CA" style="color: black;">Un viaje por los extremos. Eugenio d’Ors en la crisis del liberalismo</span></i><span lang="CA" style="color: black;"> (Comares, 2017). L’especialista en <b>Puig i Cadafalch</b> <b>Lucila Mallart</b> ressenya un treball recent de Fuentes Codera: </span><i><span lang="CA" style="color: black;">La Gran Guerra a les comarques gironines: l’impacte cultural i polític</span></i><span lang="CA" style="color: black;"> (Diputació de Girona, 2016). Calia incidir en aquest treball, atès que constitueix un model per a tot aquell que es proposi aprofundir en l’estudi d’aquells quatre anys tan intensos al nostre àmbit proper: sense els arxius locals, sense les hemeroteques fins ara inadvertides, no es pot avançar. I és precisament en aquesta direcció on ens proposem continuar explorant. On ens hem proposat avançar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: Cambria; font-size: 12pt; margin: 0cm; outline: none; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: middle;">
<span lang="CA" style="color: black;">No podem oblidar una reedició importantíssima que va publicar l’any 2016 el Centre de Cultura Contemporània de Catalunya. A cura de <b>Jaume Sobrequés</b> i <b>Mercè Morales</b>, hem recuperat en un sol volum el monumental comentari a la guerra que <b>Antoni Rovira i Virgili</b> va publicar en cinc volums, i que va titular </span><i><span lang="CA" style="color: black;">La guerra de les nacions</span></i><span lang="CA" style="color: black;">. Un monument del periodisme català que ens ressenya David Martínez Fiol, qui de debò va ser el primer entre nosaltres que es va dedicar amb profunditat al tema dels voluntaris catalans i les implicacions ideològiques de l</span><i><span lang="CA" style="color: black;">’</span></i><span lang="CA" style="color: black;">aliadofília catalana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: Cambria; font-size: 12pt; margin: 0cm; outline: none; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: middle;">
<span lang="CA" style="color: black;">Amb tots aquests treballs considerem que no només plantegem una estat de la qüestió, sinó que, a més, els col·laboradors han estat capaços de mirar més enllà del 2018 tot traçant el camí cap a les innovadores investigacions que encara no han arribat. Tot plegat no hauria estat possible sense la iniciativa de <b>Queralt Solé</b> i <b>Vicent Olmos</b>, a qui volem l’agrair l’interès i la possibilitat d’ampliar els nostres coneixements sobre l’etapa 1914-1918.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: Cambria; font-size: 12pt; margin: 0cm; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;">
<span lang="CA" style="color: black;">Fa quatre anys que feia cent anys que el jove Gaziel s’asseia, a la Biblioteca Nacional de París, i pensava en els cent estudis que s’escriurien sobre la Primera Guerra Mundial. Som els seus hereus. Continuem la feina. L’hem continuada, i gràcies a tots els col·laboradors que l’han continuat. Els camins, els arxius, ens porten cada cop més lluny.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: Cambria; font-size: 12pt; margin: 0cm; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: Cambria; font-size: 12pt; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; outline: none; padding: 0px; text-align: right;">
<span lang="CA" style="color: black;">Andreu Navarra<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: Cambria; font-size: 12pt; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; outline: none; padding: 0px; text-align: right;">
<span lang="CA" style="color: black;"><i><a href="http://editorialafers.cat/botiga/ca/39-afers" style="color: purple; display: inline; font-family: "Helvetica Neue Light", HelveticaNeue-Light, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; outline: none; transition: color 0.3s;">Afers</a></i>, XXXIII:89 (2018), pp. 19-21</span><span lang="CA"><o:p></o:p></span></div>
<div>
<span lang="CA" style="color: black;"><br /></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-27021165550154803362018-04-04T06:16:00.004-07:002018-04-04T13:08:19.567-07:00"El año nuevo de los árboles", de David Aliaga<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4iEUAmyYdim0GZ24CLh3ddBFgH6ivb8VbZuORV8GV-5Z7fVrv09MMfWbrfvi2wPAPMM5VthoU3ZBPSown2b7AyFR7D1loqpUOfX48QaWqn40gD89zOGdPa_DJZSDo9qBJR_x6Kc13mAY/s1600/arb.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="275" data-original-width="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4iEUAmyYdim0GZ24CLh3ddBFgH6ivb8VbZuORV8GV-5Z7fVrv09MMfWbrfvi2wPAPMM5VthoU3ZBPSown2b7AyFR7D1loqpUOfX48QaWqn40gD89zOGdPa_DJZSDo9qBJR_x6Kc13mAY/s1600/arb.png" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
A David Aliaga le gustan las
simetrías. Hace dos años publicaba un libro de relatos que supuso un punto de
inflexión en su modo de comprender la narrativa. Este año reedita aquel
enigmático <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Y no me llamaré más Jacob</i>,
y lo acompaña de este nuevo libro hermano que también publica Sapere Aude. La
decisión se entiende: hay puentes, de formato y concepto y de tema, entre
ambos.<br />
Aliaga
venía de publicar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Inercia gris </i>(Base,
2013) y la novela corta <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hielo </i>(Paralelo
Sur, 2014), dos libros que pronto alguien reivindicará seriamente. Condenados a
la reedición. La escritura de Aliaga era sorprendentemente técnica para alguien
que no había alcanzado ni los treinta años. Pero es que la cosa es más
llamativa, porque da la casualidad de que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">David
Aliaga aún no ha llegado a los treinta años</i>. Con solo un libro a sus
espaldas, Sergi Bellver lo incluyó en su magnífica antología <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Madrid Nebraska. EE.UU. en el relato español
del siglo XXI </i>(Bartleby, 2014), justo al lado de… ¡Eloy Tizón! Tizón, ya
muy consolidado como maestro del género, nació en 1964… Otros escritores del
volumen: Sergio del Molino, Paula Lapido, Fernando Clemot, Juan Carlos Márquez…
con estos se codeaba aquel veinteañero, que sigue siéndolo.<br />
<div style="text-indent: 0px;">
<span style="text-indent: 35.4pt;"> Esa escritura
carveriana de los inicios saltó por los aires en el año 2016. Nuestro autor
cambió el escalpelo por las galerías del alma, y los ambientes gélidos por las
sinagogas, los ecos de los estragos de los totalitarismos, y las reliquias.
Aliaga cambió Nebraska o Noruega por Dachau y Salónica; y los cuentos como
artefactos autónomos por los relatos que hacen rizoma los unos con los otros,
entrecruzándose a través de inesperados cables y túneles. Los contornos
cortantes y la perplejidad fueron sustituidas por las odiseas identitarias y la
muy pudorosa autoficción. La escritura de Aliaga era un cubo, un poliedro de
aristas muy vivas: hoy es un laberinto de recuerdos cruzados, o el viaje para
intentar recobrar la memoria entre nieblas. De lo externo radical hemos pasado
a lo interno visceral; del registro factual, al símbolo. De la fuerza de lo
anodino, a lo trágico de la historia. El potente lirismo húmedo de </span><i style="text-indent: 35.4pt;">Pequeñas muertes</i><span style="text-indent: 35.4pt;">, y la reaparición de
Edith Wasserman,</span><i style="text-indent: 35.4pt;"> </i><span style="text-indent: 35.4pt;">dialogan
directamente con </span><i style="text-indent: 35.4pt;">Y no me llamaré más
Jacob</i><span style="text-indent: 35.4pt;">. </span></div>
<div style="text-indent: 0px;">
<span style="text-indent: 35.4pt;"> Ahora bien,
esta simetría no podría encajar un tercer hermano. Habrá que explorar otra
posibilidad, opino. Cambiar de ciclo, seguir preguntando. ¿Qué nos soltará
Aliaga de aquí a un par de añitos? ¿Qué le ronda por el magín? Algo sé, pero no
lo suelto.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mandorla</i>, una alegoría sobre la
esperanza,<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>es uno de los más
logrados: a David Aliaga, además de las simetrías, le salen estupendamente los
textos cerrados. Así, también, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La nueva escuela</i>,
lineal y enigmático, lleno de delicadeza. En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mandorla</i>, la mínima trama sentimental se apoya en un tenue correlato
que relaciona la vida de una pareja con la de un árbol invadido de un hongo
letal. Muchos de sus nuevos cuentos están construidos como muñecas rusas: por
ejemplo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un abuelo sefardí</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Imposibilidad de una palabra</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Le regalaré mis libros de Zweig</i>. A veces
es una mera imagen (una lluvia de ceniza sobre París) la que despliega sobre el
mundo real el irreal pero simbólico. La ceniza es el símbolo más frecuente en
esos textos de ceramista emocional. Para todos reserva su prosa contenida y de
buena madera.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Hace dos años
reseñé <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Y no me llamaré más Jacob </i>y
para mí continuar con esa simetría resultaba una tentación. Ojalá pueda, de
aquí en adelante, continuar con esta cita habitual con los libros de David
Aliaga. Algún día este hombre tendrá cincuenta años y nos jubilará a todos.
Acuérdense de lo que digo. <o:p></o:p></div>
<br />
<br />
<br />
Publicado en Quimera, 411, marzo de 2018.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-13731158250973213692018-03-01T09:09:00.002-08:002018-03-01T09:10:25.088-08:00Vacaciones negras<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyPTq9ztmOVizF2sdhInr3tWce6WxNtfQdS76yZEjsfze7-0Gnhq1Rbw9uh8RG8xAuMOEoIhLiSX8Pd2xes13JbNq2zEEQnSKHHa8mYhZlSaKE2kE0escbmiwFPF9dV0aS4-u_Zko10IY/s1600/res.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="277" data-original-width="182" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyPTq9ztmOVizF2sdhInr3tWce6WxNtfQdS76yZEjsfze7-0Gnhq1Rbw9uh8RG8xAuMOEoIhLiSX8Pd2xes13JbNq2zEEQnSKHHa8mYhZlSaKE2kE0escbmiwFPF9dV0aS4-u_Zko10IY/s1600/res.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span>
<span style="font-family: georgia, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;">Les
llamaron locos, herejes, inmorales. Los llevaban a los tribunales, y ellos iban
a allí contentos porque entonces podían celebrar sus escándalos, seguir
escupiendo su bilis ante un público cautivo, que no compraba sus novelas pero
sí vociferaba contra su presunta pornografía. Fueron, básicamente, tres, hacia
1880: Alejandro Sawa, Eduardo López Bago y Felipe Trigo. Estaban hartos de la
calma chicha de la Restauración. En el mundo existían cosas que nadie quería
ver, porque nadie quería arreglar. La virtualidad de la obra literaria ayudaba
a todos esos buenos ciudadanos a construirse un mundo perfecto, el mundo de la
idealidad en que habitaban, que debía verse reflejado en novelas ejemplares:
épicas, morales, espejos de virtudes y de abnegación. Sin embargo, esa pequeña
galaxia de chalados reflejaba peleas, prostitución, matrimonios por dentro, explotación
contra la mujer, servidumbre, noche cultural, bragas, calzoncillos, ropa sucia,
suburbios, tuberculosis, antros, garitos, tugurios, buñolerías, enfermedades
venéreas. Con más urgencia que buen estilo deseaban dar puñetazos literarios,
remover un poco el cotarro. Y ese fue un poco el problema: escribir una
literatura basada en toscos puñetazos, cuando afinar el sarcasmo podría haber
sido mucho más efectivo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La
Historia los olvidó, pero esa historia ha vuelto. Con la sociedad hecha un
adefesio, surgen voces que reclaman una literatura moral, ajustada, espejo de
buenas costumbres. Sin embargo, el monstruo continúa aquí delante. No verlo o
no querer reflejarlo ni examinarlo constituye la hipocresía de nuestro tiempo. Cada
vez son más los novelistas que pierden la paciencia ante las policías
lingüísticas, que son policías ideológicas. Pero lo hacen con más astucia que
Sawa o López Bago. En eso hemos mejorado bastante. La sinceridad literaria no
tiene por qué soltar la mano al estilo. Tampoco hace falta hoy acabar en el
calabozo. Aunque tiempo al tiempo… De momento (y antes no pasaba) si escribes
un mail a un amigo que tiene algún cargo a su dirección de trabajo, el mail
rebota. Es asombroso: si escribes “whisky” o “churri” en un mail, un robot con
criterios morales selecciona tu correo y lo pone en cuarentena. Las palabras
malsonantes son como un virus. De algún modo se nos invita, no a que nos
pongamos un condón, sino a que vivamos dentro del condón. Dentro de la
profilaxis hablada, nuestra nueva religión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">De
momento, nos quedan novelas como la que acaba de publicar Juan Carlos Márquez. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Resort </i>(Salto de Página) explora la
oscuridad<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de nuestra pobre civilización
presente. Las vacaciones familiares son la quintaesencia de la hipocresía
social de nuestro entorno. Las familias se trasladan a lugares horribles, en
los que se pelea por una hamaca, donde las sonrientes animadoras de hotel odian
su trabajo, su ropa, el peinado que les obligan a llevar, donde toda promesa de
vida feliz es prostituida y bastardeada. Donde desaparecen los niños, donde la
comida es reutilizada una y otra vez, donde los cocineros son magos del
glutamato, donde los hombres no saben ya qué hacer con sus erecciones. Donde un
jubilado monta celosa guardia durante horas sobre un rectángulo de arena en el
que, unas horas más tarde, ha de yacer su familia. Donde un padre de familia va
perdiendo poco a poco su serenidad para acabar explotando de rabia. Donde toda
la hediondez moral de nuestro tinglado económico aflora, con las taras que
nadie quiere ver: pobreza, ansiedades, insatisfacción, explotación, radical
fealdad arquitectónica, sinsentido cotidiano, alienación, comida basura,
presión estética, desposesión del cuerpo. Centrada en la peripecia de un
policía que acaba de procrear, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Resort </i>muestra
el reverso de nuestra presunta felicidad, creando un micromundo de oscuridad en
la que vivimos inmersos, y esto si no se da el caso de que esa inmensa fábrica
de hipocresía nos deglute y nos obliga a participar de sus rituales sociales,
como el Aquagym o las discotecas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Márquez
nos acompaña al lugar desde el que podemos desmontar las sonrisas de las
fiestas del consumo, donde la persona humana es capaz de rebajarse hasta
extremos inquietantes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Menos
corrosiva y más introspectiva, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Inundación
</i>(Sloper), de Patrícia<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>Font,
también transcurre en un micromundo anónimo que gira en torno a la playa y sus
inenarrables prácticas sociales. Hernán es un joven perdedor que regenta, junto
a su padre, un chiringuito de playa cutre y ruinoso. A Hernán le ocurre algo
extraño: de repente, se le aparece su hermano Julio, muerto tres años antes, y
este hecho inexplicable acciona los engranajes de su vida absurda, de su
existencia para la nada, para la deuda. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Márquez
hace diez años que publica, y no para de ganar premios. Es un nombre en
ascensión, y su nueva novela es un grado más a su progresión. Se le ve un autor
con las herramientas a punto. Su estilo es directo y sabio, rápido y afilado, y
también vampírico. Font procede del mundo del teatro, aunque también ha
trabajado para la televisión. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Inundación </i>es
su primera novela, y ha hecho bien en esperarse. Su narración es dinámica y
mental, se nota que pertenece a alguien acostumbrado a pensar sobre el diálogo
y la escena. Nada que ver con la literatura de batracio, empachada de conceptos
librescos y moralina multiusos. Una muestra representativa de la particular voz
fontiana podría ser el siguiente párrafo: “Julio se levanta y abraza a su
hermano [recordemos que se trata de un fantasma] y él se deja abrazar para
volver a comprobar que es real. Bueno, a ver cuándo se pudre, se evapora y se
va, igual que se va la resaca. Julio: Si uno le quitara lo de la muerte, ¿qué
hay de él en él? Solo uno se conoce a sí mismo. Hernán le toca los brazos,
hunde sus dedos contra la carne, calibra la tensión de sus músculos; es súper
real. Julio se queja de un pellizco, pega un saltito y se queda en la parte
soleada del balcón. Grita de dolor, un alarido profundo, de esos que engullen
al resto de sonidos, a todos los ruidos de alrededor, parecido al centrifugado
de una lavadora sobrecargada. ¿Le está pasando algo? Hernán deduce que Julio
tiene la fisiología de un vampiro, quizás de un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">zombie</i>. Todo esto le está rallando bastante”. Bailando pobremente
entre la realidad y el deseo, Hernán trata de instalarse en la utopía. Una
utopía caracterizada por el bienestar económico y una vida menos subhumana,
sexualizable: “Hernán sabe que su padre debe de estar en el bar, detrás de la
barra con su calva y su barriga, con la bayeta sucia encima de alguna mesa. Y
esperando que él descuelgue<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para meterle
la bronca. Eso es lo que es. Pero Hernán sabe que en el futuro será distinto.
Hernán se imagina el futuro; uno bucea y sale a flote y todo lo ve claro y sin
sal. Ve el local reformado y casi puede oler la comida; casi escuchar el grupo
de música que contratarán en temporada alta”. Lo que es y lo que podría ser.
Pero las alemanas empapadas en bañador que acuden a su puerta, se quedan fuera
de su chringuito, y no llegan a entrar. Porque Hernán ni siquiera es capaz de
comunicarse con ellas. Porque es un cateto. El clásico cateto español de 1960.
Porque no hemos avanzado nada, leches.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El
fantasma se escapa y Hernán sale a buscarlo, preguntándose si no estará
buscándose a sí mismo. Porque Hernán no es como el policía o el papi de la
novela de Márquez, no va caliente eternamente. Su desidia vital es tan
preocupante que ni siquiera le interesan las chicas. La feminidad, en la novela
de Font, es sobre todo ausencia. Y no debe extrañarnos, con este panorama
humano de mafiosos cutres, perdedores y peligrosos chulos. Las vacaciones son
un espacio de masculinidad reptante, fundamentalmente ensuciada. Lo único que
le preocupa es conseguir dinero para poder comprar alcohol, venderlo y salir a
flote.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Estilo
de paradojas, elipses y juegos de equívocos. Juguetón y melancólico. Font
explora los horizontes metafísicos de la persona humana a través de objetos amenazados,
manchados de decadencia y hollín cotidiano: lavadoras, cubatas, bambas de
plástico, bolsas de deporte, patatas fritas, coches sin glamur, bloques de apartamentos,
chancletas, bayetas y bañadores. Todos los objetos abocados al fracaso que
conforman este pequeño universo de la derrota que es un pueblo de costa
indistinguible del de al lado. Porque tanto el hotel de Márquez como el
putrefacto pueblo de Font son la cloaca de la Humanidad. Y allí, con todo en
contra, rodeados de macetas y biquinis y camareros, tienen que sobrevivir sus
estragados protagonistas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Alegrémonos
de poder contar con novelistas que oxigenan nuestra atmósfera. Nuestros
feudalismos mentales tienen las de ganar, pero aún podemos dejar de reptar y
desafiarnos ante tanta falsa calma chicha de la Restauración.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Andreu Navarra</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Publicado en <i>Quimera</i>, 410 (febrero 2018).<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgb9FVsaDa82TBuGnHWoBnSMzSu0DOR3rFjIxOSV5fbcNzXJkAjeDdL0COj6C0fzdrIf-S8-koik9xkFqWvdr9TbDyPAWrl7e6f2vxNNkAoOyRifiNlKi5ogKUL7XzabkxRu9iBp82kFeo/s1600/ind.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="276" data-original-width="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgb9FVsaDa82TBuGnHWoBnSMzSu0DOR3rFjIxOSV5fbcNzXJkAjeDdL0COj6C0fzdrIf-S8-koik9xkFqWvdr9TbDyPAWrl7e6f2vxNNkAoOyRifiNlKi5ogKUL7XzabkxRu9iBp82kFeo/s1600/ind.jpg" /></a></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-22530211976490313672017-11-12T06:53:00.001-08:002017-11-12T06:53:25.603-08:00Dos dies a Maçanet<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpf8nteTN9eWxWp4jSl4Xdi3D7eTESoBlEj24J4n0o6W1Sm8eJ3ZYwG5SBeOHRMPr98njJSVbPTODuQ2p6X3zSclKj_Rg_xNPnri1lo-jw8R03x49HsxWmI2AhAHhyphenhyphena2TeMTqbVeYwXww/s1600/DSCN0333%255B1%255D.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpf8nteTN9eWxWp4jSl4Xdi3D7eTESoBlEj24J4n0o6W1Sm8eJ3ZYwG5SBeOHRMPr98njJSVbPTODuQ2p6X3zSclKj_Rg_xNPnri1lo-jw8R03x49HsxWmI2AhAHhyphenhyphena2TeMTqbVeYwXww/s320/DSCN0333%255B1%255D.JPG" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="CA">Fa relativament
poc vaig voler visitar Trujillo des de Mérida. Vaig caminar fins l’estació d’autobusos
i vaig preguntar pel cotxe de línia. Em miraven estrany: em van dir que només n’hi
havia dos: un a les set del matí i l’altre a les vuit. De la nit. Vaig posar
cara d’astorament, i encara em van mirar més estrany. Vaig demanar el paper
dels horaris, i ara els sorpresos van ser ells. No existia paper d’horaris. La
veritat és que vaig sortir de l’estació maldient i fent molinets amb els
braços. Com era possible! Però abans d’ahir, l’evidència del subdesenvolupament
va ser encara més feridora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="CA">Havia reservat
dues nits d’hostal a Maçanet: sabia que hi desembocaven dues línies de tren, i
vaig estudiar dues rutes de bosc per veure castells. Després (malviatge!) vaig
veure que l’estació de Maçanet era a 10 Km del poble. Vaig canviar el pla: hi
aniria amb la Sagalés. Vaig trucar a Sagalés: no sabien on havia de trucar,
vaig haver de trucar a tres llocs diferents: en tots em responia algú d’origen
eslau que no sabia absolutament res. M’enviaven a un web que donava error i que
no servia per a res. A Barcelona tampoc tenien el paperet d’horaris per anar a
una localitat a 70 Km, veïna d’Hostalric i Blanes...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="CA">Bé, vam anar una
mica a l’aventura. El tren va tardar tres hores. Vaig trucar un taxi de
Maçanet. Va dir que era Girona, que tardaria 45 minuts. Va tardar una altra
hora i mitja... a zero graus! Per sort, el meu fill i jo ens ho vam passar molt
bé jugant a futbol a l’aparcament. Durant el trajecte, jo llegia una novel·la d’Ian
Mc Ewan mentre ell repassava la lliçó d’anglès i llegia còmics i m’explicava
historietes de l’escola.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="CA">En total, unes 5
hores per arribar a Maçanet...!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="CA">Per sort, a l’hostal
ens esperava un enorme bistec de carn de
Girona. Suficient com per oblidar els obstacles del trajecte. També és cert que
els obstacles dels trajectes són la gràcia dels viatges, els estímuls de l’enginy,
i el secret de tot plegat consisteix a convertir qualsevol situació hostil en
un ambient de positivitat.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="CA">De Maçanet, en
Pla hauria dit que es tractava d’un poble “normal”. Ara bé, s’hi menja de
conya. I la gent és calmada i agradable, amb aquest tracte afectuós, directe i
una mica rude del país. L’església, estranyament boteruda, és del segle XI. Els
voltant em recorden els de Santa Pau. Rodegen Maçanet uns turons poblats d’alzines
que són com bombolles de lava assecades. Són turons totalment rodons, com el
volcà Rocanegra sense la boca de l’infern. Certament, les pedres hi són negres
o vermelloses, inconfusibles. La vista des del camí és impagable: veiem
perfectament les crestes nevades de les muntanyes del Ripollès. Em sorprèn l’aire
“vigatà”, prepirinenc de l’indret.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="CA">Pujar al Turó de
Sant Jordi i pujar al castell val molt la pena. La vista des de dalt és
impressionant. Davant hi queda el Montseny en tota la seva majestat. Però no
sembla una muntanya d’ametistes: ara a la tardor té un colo més aviat marronós.
A l’altra banda, el Montnegre. A mà dreta, les Guilleries, arrodonides com
mugrons de color verd. A deu Km, voltada de boires, reconeixem el castell d’Hostalric,
que hem vist moltes vegades. Per què emociona tant reconèixer llocs familiars
des de lluny?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="CA">Del castell es
conserven els fossars, els fonaments i una torre. El meu fill fa tocar una
campana i persegueix erugues. Pel camí va agafant bastons.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="CA">Tot baixant,
encetem el camí del Pou de Glaç de Buscatell. Però en quedem a tot just dos
quilòmetres d’aquesta fita. N’hem fet 4 i mig, els mateixos que ens queden per
a tornar. L’excursió és magnífica. A mesura que ens allunyem de la carretera
(on hem vist un enorme rapinyaire marró), els alzinars es tornen densos i dignes
d’el Senyor dels Anells. En un moment donat, la vegetació canvia ràpidament: d’un
ambient d’alzines i pins passem a unes petites valls d’eucaliptus, pi negre i,
de tat en tant, avets. Es nota que això són contraforts del Montnegre. L’aire
és humit i fresc.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="CA">Passem un indret que
era com una catedral groga. De la Selva són característics aquests boscos d’oms
i freixes cultivats o repoblats, perquè estan plantats en línia. Jo, que
estiuejava a Lloret, sovint els veia des de la carretera que anava d’Hostalric
a Blanes, pensant si alguna vegada podria vagarejar-hi o nedar en aquells mars
de fulles seques. Ara ho fa el meu fill. Ja veieu que jo devia ser un nen força
introspectiu. Els oms són altíssims i ho tenyeixen tot d’or. És el segon moment
màgic de l’excursió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="CA">Tornant, ens
saluda un ruc molt cridaner. A la tarda, com que la tele de l’hostal no
funciona, canviem de plans: fem una guerra de coixins, anem a veure la Torre
Marata (mentre es pon el sol), un altres castellet del segle XIII, i juguem a
bàsquet. En total, haurem fet uns 12 Km.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="CA">Dormim unes deu
hores. Al matí, el taxi ens deixa a l’estació de Sils. Si Maçanet em va semblar
petit, Sils és un només un llogarret que respira calma. Deixo passar el primer
regional més o menys expressament. He vist que l’Estany de Sils queda a tocar
de pedra i que, tot i portar la maleta, hi podríem fer un volt. Trec bitllets
per al proper i girem cua cap a l’espai natural. Fa un dia esplèndid. Hem de
carregar també amb els jerseis i les jaquetes. Pugem una petita torre d’observació,
com les que hi ha als aiguamolls de L’Empordà i El Prat. Després rodegem l’estany
i extrem a una cabana de fusta ideal per a espiar les aus. La veritat, no
pensava que hi quedessin ànecs. Veiem algunes fotges i famílies de coll-verds.
Però el bo havia d’arribar aviat: de sobte, apareix un aligot marró (igual que
el d’ahir a la tarda), i espanta cinc o sis bernats pescaires que descansaven
en un arbre, i que no havíem vist pel contrallum. L’atac és espectacular. Podem veure els ocellots còmodament, i
identificar-los gràcies als plafons amb dibuixos. Saltem d’entusiasme. Quan vam
aterrar a la Selva estàvem a tres graus sota zero. Marxem de Sils més o menys a
25... la vida és curiosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="CA">Arribem a
Barcelona en una mica més d’una hora: la línia de l’interior és molt millor que
la de costa. El Montseny ens acompanya un bon tros, fins a Granollers. A partir
d’aquí, la via és directa. A Montcada tornem a veure éssers derrotats, lletgesa
inacabable. Els voltants de la sagrera són sots fantasmals, plens d’estructures
de formigó que no són res ni aboquen enlloc. La Natura tan perfecta, els
castells tan bonics, i nosaltres edificant aquesta merda perquè es folrin
quatre directius i regidors. En fi. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="CA">Tornarem. La foto
és el dibuix que ha fet el meu fill en cinc minuts en una targeta. Figura el
castell de Torcafelló, l’aligot i el ruquet.<o:p></o:p></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-15878124342118280932017-11-09T02:50:00.001-08:002017-11-09T02:50:42.830-08:00Cent anys de l'Assemblea de Parlamentaris <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmgBtPGo_hdoNV_Qf_vS3AY0HzwY8dIHgH_tdFB3PP0DeRRrClZU6wPecLti3JUfGXp2qKuchra8MewxFN8WC6IKv5TRR2fRHKyOqKDnDYnecgrMJtIemqMhbCiVjATEZSZXOkfSZV_I4/s1600/DSCN0332%255B1%255D.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmgBtPGo_hdoNV_Qf_vS3AY0HzwY8dIHgH_tdFB3PP0DeRRrClZU6wPecLti3JUfGXp2qKuchra8MewxFN8WC6IKv5TRR2fRHKyOqKDnDYnecgrMJtIemqMhbCiVjATEZSZXOkfSZV_I4/s200/DSCN0332%255B1%255D.JPG" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<i><span lang="CA" style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<i><span lang="CA" style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">L’Assemblea de Parlamentaris de 1917 i la Catalunya rebel<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="CA" style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Joan
Esculies i David Martínez Fiol<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="CA" style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Centre
d’Història Contemporània de Catalunya, 2017.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El passat dimarts 7 d’octubre es va presentar a l’Auditori Mercè Rodoreda de
la Universitat Pompeu Fabra el nou llibre de Joan Esculies i David Martínez
Fiol. No era la primera vegada que aquests dos historiadors veterans (tot i que
tenen edats molt diferents) s’asseien a escriure un bon llibre d’història de
Catalunya. L’any 2014 ja havien publicat plegats <i>12.000! Els catalans a la Primera Guerra Mundial</i>, que és un llibre
de referencia per al període. El debat l’organitzava el Grup de Recerca en Estats,
Nacions i Sobiranies de la UPF, i va gaudir de la presència, entre el públic,
de figures molt senyeres de la historiografia catalana, que van participar molt:
Agustí Colomines, Enric Ucelay-da-Cal i Josep Pich i Mitjana. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Era d’esperar que es parlés de la situació de 2017,
tenint en compte que el llibre estudia un procés polític convuls d’ara fa
exactament cent anys. Les similituds i diferències, ja assenyalades pel
prologuista, Jaume Sobrequés, van tornar a sortir a la taula i entre el públic.
Martínez Fiol va insistir força vegades en el context internacional dels fets
de 1917: els intents de democratització a Grècia i Suècia, la Pasqua irlandesa
de 1916, així com l’inevitable ambient creat per les Revolucions Russes, van
encoratjar la part més audaç del republicanisme català i els cercles socials
més propers a la Lliga.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La situació era la següent. A les Cortes, els liberals s’havien
fragmentat en tres banderies: la romanonista, la garciaprietista i l’albista.
Els conservadors havien patit l’escissió del maurisme, enfront de l’opció Dato,
que era la predilecta d’Alfons XIII. En aquest escenari immòbil, resultava
impensable que el govern de l’Estat pogués
emprendre millores i reformes per a pal·liar la greu crisi social i dels preus
de les subsistències que havia produït la Guerra Europea. La Lliga
Regionalista, encapçalada per Cambó, es va proposar aprofitar el descontent per
a impulsar una reordenació de l’Estat en clau federativa. Mentre s’aprofundia
en el pensament autonomista, l’Assemblea de Parlamentaris es va proposar
erigir-se com a l’autèntica força representativa i legítima de l’Estat, enfront
d’un sistema militaritzant i que tendia a mantenir tancat el Congrés. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El catalanisme maximalista (el de Rovira i Virgili) venia
d’encapçalar les campanyes aliadòfiles. Rovira pensava que el triomf dels
aliats afavoriria les reivindicacions del nacionalisme català. S’equivocava.
Mentrestant, la Lliga havia bastit el seu projecte d’una Catalunya gran dins d’una
Espanya gran. Prat havia mort aquell mateix 1917. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="CA" style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Vagues generals, malestar social, revoltes al carrer, un
sistema que reaccionava autoritàriament, somnis republicans, resultat d’una
greu crisi econòmica patida per les classes obreres... Tot plegat ens ha de
sonar força. Però, no obstant les semblances, Esculies i Martínez Fiol han
escrit un autèntic llibre d’història, no un document de reflexió presentista.
Cal insistir-hi. Amb aquesta nova aportació, que van presentar com la filla
petita d’un projecte més gros que ha d’aparèixer en castellà a Editorial
Espuela de Plata, els autors acaben de perfilar-se com uns dels especialistes
més reputats en aquesta època de la política i la societat catalanes. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-52846649430225287912017-09-19T08:30:00.001-07:002017-09-19T08:30:24.473-07:00Prat de la Riba: Imperio y regeneración<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgebeT9m829oHCL1XICAmHy7usPAazdabLz93-QkQtknHCps_wy5cSLQjZ0BdKfIO2os_BlC47xw8YYPQ4p_S6oHi0ocoGrkQBRonHbF2tymZBfatgntNmnvl8YoRNhiJ8YqP5GvriLiOQ/s1600/prat.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="251" data-original-width="201" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgebeT9m829oHCL1XICAmHy7usPAazdabLz93-QkQtknHCps_wy5cSLQjZ0BdKfIO2os_BlC47xw8YYPQ4p_S6oHi0ocoGrkQBRonHbF2tymZBfatgntNmnvl8YoRNhiJ8YqP5GvriLiOQ/s1600/prat.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Sobre
el valor de la obra ensayística y política de Enric Prat de la Riba
(Castellterçol, 1870-1917) se producen ciertas unanimidades: en primer lugar,
con el precedente único de Valentí Almirall, se reconoce que fue el hombre
clave para que el nacionalismo apolítico de la <i>Renaixença</i> entrara en una fase constitutiva, de construcción
institucional, con vocación política y parlamentaria. En este sentido, se
distinguen en su evolución dos etapas muy claras: la primera, de juventud y
formación, de naturaleza muy reivindicativa y otra, iniciada hacia 1906, de
afirmación institucional y aplicación práctica de sus principios teóricos. Otro
consenso le reconoce una capacidad organizativa y un olfato para captar a
jóvenes talentos fuera de lo usual. Si tantos y tantos proyectos culturales y
científicos culminaron con éxito durante su etapa de presidencia de la
Diputación de Barcelona fue por la habilidad con la que supo ganarse el afecto
y el apoyo de plumas y cerebros tan destacados como las del político socialista
Rafael Campalans, el ingeniero Esteve Terrades, el publicista Antoni Rovira i
Virgili, el filósofo Eugenio d’Ors, el pedagogo Alexandre Galí y un
microejército de intelectuales a quienes supo aglutinar y ocupar con éxito
indiscutible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Prat
era un jurista germanófilo. Sus ideas sobre lo que era una nación procedían,
generalmente, a excepción de Taine, de pensadores germánicos: Herder, Fichte y
Krause. Su más ilustre compañero de generación, Joan Maragall, también era
acusadamente pro alemán en sus concepciones filosóficas. Su temperamento
católico y clerical (cuenta Rovira i Virgili que los ateos le provocaban una
náusea orgánica) no le impidió darse cuenta de que incluir a los sectores
republicanos en su proyecto resultaba imprescindible para culminar sus
aspiraciones de reconstrucción nacional interna. Así, por ejemplo, en los
plenos de la Mancomunidad, era habitual que incluso más de la mitad de los
diputados fueran de procedencia republicana. En
otras palabras: se dio cuenta de que sin contar con la izquierda
resultaría imposible reconstruir las instituciones propias de la Cataluña
autónoma, desaparecidas en 1714. Si hubiera contado únicamente con elementos
del partido que lideraba, la Lliga Regionalista (regionalista en Madrid, pero
nacionalista en Barcelona) sus líneas de actuación política no hubieran contado
con el consenso que les dio impulso entre la intelectualidad catalana. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
1891 fue elegido Secretario de la Unió Catalanista, y desde ese cargo empezó a
trabajar en la redacción de las célebres <i>Bases
de Manresa</i>, que querían ser el fundamento de una Cataluña ordenada como
autonomía. Una de sus aportaciones al debate (ya lo observó con agudeza Rovira
i Virgili) fue <i>La política y la cuestión
social</i>, publicada por separado con motivo del 1 de mayo, donde es palpable
que Prat, desde posiciones doctrinarias y dirigistas, intentaba ampliar la base
popular del catalanismo y diseñar una política de armonización social. Su Tesis
Doctoral, leída en Madrid en 1894, se tituló <i>La Ley jurídica de la industria</i>, y trató de introducir regulaciones
al trabajo fabril. Su labor al frente de la Mancomunidad de Cataluña no es más
que la realización de aquellas inquietudes patrióticas. Un texto revelador de
aquella etapa reivindicativa es el <i>Compendio
de doctrina catalanista </i>(1894), escrito en colaboración con Pere
Muntanyola, agriamente antiestatal, y el <i>Missatge
al Rei dels hel·lens </i>(1897), donde la comparación implícita de la Monarquía
hispánica con el obsoleto Imperio Otomano levantó ampollas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El
segundo Prat, el primer político español capaz de desarrollar un proyecto
reformista y regeneracionista a gran escala, suavizó esas asperezas
revolucionarias contra el Estado español, aunque la crítica frontal a sus
deficiencias institucionales no cejara nunca. El Prat presidente de principios
de siglo XX era un Prat más moderado, menos romántico y más partidario del
pactismo tradicional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> </span><span style="background: white; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Arial;">El vector regeneracionista que presidió su obra escrita e
institucional es especialmente perceptible en su <span class="apple-converted-space"><i> </i></span><i>Ponencia sobre los
ferrocarriles secundarios<span class="apple-converted-space"> </span></i>(1907),
tema que también preocupó al otro gran cerebro político de la Lliga, Francesc
Cambó. Su providencial elección como presidente de la Diputación de Barcelona
ese mismo año se ha relacionado con este escrito. Fue reelegido en 1909, 1911,
1913 i 1917. A partir de la fundación de la Mancomunidad de Cataluña (1914),
firmada por Alfonso XIII y Dato pero implantada por Canalejas, el proyecto
nacionalista de Prat cobró un nuevo impulso, implantando con mayor seguridad
institucional las líneas políticas esbozadas en su libro fundamental, <i>La Nacionalidad Catalana </i>(1906). El
ensayo fue rápidamente considerado la base teórica del nacionalismo catalán
conservador. Prat trazaba en él una distinción entre Nación y Estado que hizo
fortuna: por un lado, la Nación era una identidad natural, mientras que el
Estado era una construcción artificial y ligada, en el caso español, a un
imperialismo de corte clásico desarrollado durante el Renacimiento. A ese
imperialismo heredado de Carlos I, oponía Prat un imperialismo federal de raíz
catalana, pactista y neomedieval: la unión de todas las nacionalidades ibéricas
desde el Ródano hasta Lisboa. Como demostró Josep Murgades, las tesis
imperialistas del joven Eugenio d’Ors influyeron, debidamente adaptadas a un
sentido nacionalista, en esta construcción doctrinal pratiana. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Durante la Primera Guerra Mundial, Prat repensó España
como una corona bicéfala como la del Estado austrohúngaro. </span><span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Entre 1906 y 1923 se crearon en
Cataluña, merced al desempeño de la presidencia de la Diputación y a la
Mancomunidad, las siguientes instituciones: Institut d’Estudis Catalans (1907),
Consell d’Investigació Pedagògica (1913), Biblioteca de Catalunya (1914),
Escoles d’Estiu (1914), Escola de Funcionaris d’Administració Local (1914),
Escola Montessori (1915), Comissió d’Educació General (1918), escuelas de
Comercio y bibliotecas populares (1918), escuelas Experimentals (1918) y
Estudis Normals (1919). Y todo esto con recursos económicos exiguos (no
olvidemos que la Mancomunidad no era una autonomía. Como ente administrativo
que era, carecía de la capacidad de legislar y podía ser revocado desde Madrid
en cualquier momento. Cataluña quedó sembrada de cables telefónicos,
bibliotecas y carreteras que unieron infinidad de pueblos antes aislados,
dinamizando el comercio interior como nunca antes. Fueron impulsadas toda clase
de iniciativas de higienización y aculturamiento patriótico. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Enric
Prat de la Riba fallecía el 1 de agosto de 1917, víctima la enfermedad de
Basedow, dolencia que había contraído en la cárcel. Fue sucedido por Josep Puig
i Cadafalch, de temperamento más rocoso, y quien tuvo que lidiar con la guerra
civil callejera que se iba desatando en las calles de Barcelona, con éxito
desigual. Tras la desaparición del “seny ordenador de Catalunya”, como lo
bautizó Eugenio d’Ors (quien se dirigía a él por carta como “Director”), la
Lliga Regionalista viraría decididamente hacia la defensa encastillada de los
intereses de la Patronal a través de la intervención del ejército. La
pluralidad institucional, la templanza y los equilibrios pratianos desaparecían
con él. No sus iniciativas, que continuaron vivas durante mucho tiempo, hasta
hoy incluso. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Y
es que parece indiscutible que, sin los precedentes de Prat, no hubieran
existido ni la autonomía republicana de 1932, ni la democrática de 1978. Hasta
es posible que la lengua catalana ni siquiera hubiera sido normalizada, ni la
cultura homologada en calidad y densidad a la europea. Es por estos motivos que
el centenario de su muerte representará una efeméride importante. Como ya
indicó Ucelay-Da Cal, Prat es un capítulo importantísimo también para la
historia de España, porque aportó un modelo práctico de modernización
institucional y educativa.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Publicado en "La Aventura de la Historia" - Agosto de 2017</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-35179945646514150962017-09-02T14:12:00.002-07:002017-09-19T08:31:19.475-07:00Kim Philby: entre muchos fuegos<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Enrique Bocanegra<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Un
espía en la trinchera.<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><i><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Kim
Philby en la Guerra Civil española<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Barcelona, Tusquets, 2017<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Precio: 21,90 euros<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Nuestra historiografía se está
beneficiando sobremanera de la exploración de las bibliografías anglosajona y
rusa. Primero, en este año, fue Josep Fontana quien publicó un libro muy
ambicioso sobre un siglo XX profundamente marcado por el proceso revolucionario
iniciado en 1917; luego fue Julián Casanova quien especificó qué había ocurrido
realmente en Rusia entre 1917 y 1921. En esta ocasión, Bocanegra nos introduce
en otro aspecto lateral en la historia de Occidente pero fundamental para la
comprensión de la guerra civil española: el papel que ejerció en ella el
espionaje soviético.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> El autor no solo reconstruye la
trayectoria de Kim Philby y sus actividades en suelo español, sino que también
traza retratos imprescindibles sobre otros personajes no menos importantes: el
primero y principal de ellos, Alexander Orlov, u otros espías o implicados en
la red: Arthur Koestler, Donald MacLean o sus responsables políticos
soviéticos. La reconstrucción del contexto, los fuegos y locuras letales
desatadas en la retaguardia franquista y en las comisarías soviéticas, también
son reconstruidas con una minuciosidad asombrosa, fruto de cuatro años de
trabajo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Para el libro de Enrique Bocanegra
solo pueden caber elogios: por su prosa rápida, narrativa, clara y rigurosa.
Bocanegra ha escrito un libro como los que hacen falta entre nosotros: sin un
gramo de moralización ideológica, con un estilo propio de los grandes
narradores de la ficción de espionaje. Con la diferencia de que todo lo que
escribe fue cierto. Pero no desmerece de un John Le Carré o un Frederick
Forsyth. Escribir un libro lleno de rigor y lleno de amenidad, al estilo de los
de Jorge M. Reverte, ese ha sido su logro. El jurado que le concedió el XXIX
también debió pensarlo así, y obró con justicia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Andreu
Navarra<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Publicado en "La Aventura de la Historia", nº 226, agosto de 2017.</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-79975643844463525632017-08-31T04:42:00.001-07:002017-08-31T04:42:34.167-07:00Badajoz y CáceresDesde que uno pisa Badajoz se da cuenta de lo diferente, y hasta opuesta, que es respecto a Cáceres. Badajoz es moruna, si uno entra en ella cruzando un puente, la primera impresión es la propia de las ciudades con río, tipo Zaragoza. Cáceres, en cambio, es la puerta de Castilla: la amalgama entre Portugal y Castilla. Badajoz ya tiene un aire sevillano, y la tiene por las torres del imperio almohade. Badajoz es una ciudad horizontal; por el contrario, Cáceres es vertical y recuerda a Toledo.<br />
Ayer estuve en Cáceres y... qué decir. Se conserva tal y como estaba en el siglo XVI, es algo que uno puede explicarse difícilmente. Mires donde mires un palacio, una iglesia fastuosa, una fachada plateresca, un balcón curioso, un escudo que habla o un detalle arquitectónico único.<br />
Badajoz tiene algo definitivo: la Plaza Alta, decorada con colores llamativos y llena de recuerdos islámicos. Además, situada junto a la Alcazaba más grande de Europa. Un buen paseo consiste en rodear el castillo sin bajar ni un momento de lo alto de las murallas. Y detalles curiosos: en una calleja que va de la Plaza de España hasta el castillo, hay una churrería-librería, en la cual también arreglan bicicletas.<br />
La Biblioteca de Extremadura ocupa un espacio único: está dentro del recinto de La Alcazaba, sobre las ruinas de la antigua mezquita, y aprovechando un hospital militar. En el vestíbulo se ven muchas (¡muchas!) publicaciones de poesía, en edición bilingüe: el detalle me ha gustado, están en castellano y portugués, como recordando una antigua identidad lusitana que ha borrado el tiempo.<br />
Sobre las murallas, iniciadas en el siglo IX, se huele el romero y se obtienen excelentes vistas del Guadiana. El Guadiana más que un río es un pantano nómada. Los niños alimentan a los cisnes y los patos, para huir despavoridos cuando los atacan las feroces ocas. Y entre la Plaza Alta, la Puerta de las Palmas y el ensanche nuevo, se extiende un dédalo de callejuelas que es la viva imagen de los cascos antiguos de San Juan de Puerto Rico y La Habana. Hay que venir aquí para darse cuenta. Edificios idénticos, urbanismo calcado. Hasta las fortificaciones son como las que uno ve en el Caribe hispano. La similitud es total.<br />
Por casualidad, paso por delante de la casa natal de Manuel Godoy, el primer espadón contemporáneo. Y ya voy pensando en regresar, mientras cruzo el río. Aquí las puestas de sol son únicas, pero me ponen medio melancólico. Mañana solo me dará tiempo a visitar el Museo Arqueológico. Y me he propuesto no ver nada más, porque si no me estallará la cabeza.<br />
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-46833370927921538742017-08-31T04:07:00.003-07:002017-08-31T04:07:54.163-07:00Mérida: puentes y chascosBajo a la calle muy de mañana: no llegamos a 20 grados. Estupendo. El programa era coger un autobús y viajar hasta Trujillo, pero justo están abriendo el recinto de la Alcazaba. Entro, porque igual será mi última oportunidad. Este está siendo el verano de las Alcazabas, llevo ya tres, junto con la Suda de Tortosa y la de Málaga. Lo que más me impresiona de la emeritense es el aljibe romano que está en su interior: es uno de esos espacios de Mérida en los que el universo sufre un cortocircuito y de repente uno se encuentra en un lugar romano <i>tal y como lo dejaron los romanos</i>. Dos galerías con escaleras van a parar al pequeño estanque, en el que nadan peces blancos y dorados. Todo está como hace dos mil años, incluso los dinteles con molduras y relieves. Desde la muralla se obtienen excelentes perspectivas sobre el puente romano y el río. En estos carteles de estas ciudades se aprenden bonitas palabras castellanas, como "tajamar", es decir, las proas de barco adosadas a los pilares de los puentes, y que intentan cortar las crecidas, o "aliviantes", agujeros o galerías por donde pasa el agua para que no se lleven el puente adelante. Aquí en Mérida, como en Tàrrega, hay memoria de crecidas espeluznantes. Salgo de la Alcazaba, cruzo el río y me dirijo a la Estación de Autobuses, pero resulta que no hay más que un coche de ida y otro de vuelta, ya casi por la noche, y ni siquiera tienen un papel con los horarios para que uno se monte la vida. Bueno, se frustra mi viaje. Pero tengo un plan B. Cruzo la calle y entro en la Biblioteca Delgado Valhondo, donde espero consultar un fondo hemerográfico y otro de historia local. Como no hay nadie en los mostradores, aquí hay libertad de movimientos. Periódicos no veré, pero encuentro libros magníficos. La pena es haberme dejado el bolígrafo... Bajo a recepción pero tampoco hay nadie, salvo una cola impaciente de usuarios. Ay... ¡el verano! ¿Qué hacer? Le pido un bolígrafo a una chica que estudia cerca. No le pregunto cómo se llama porque está muy absorta haciendo codos, pero la pondré en los agradecimientos de mi libro, porque es posible que sin su boli bic ni siquiera llegáramos a tener libro alguno. Muy satisfecho por los hallazgos, unas horas después, enfilo por el espectacular puente Lusitania, que tiene unas vistas estupendas. En Mérida (en Extremadura, en general) saben hacer los parques: agua no les falta. Los que se extienden por las orillas del Guadiana en Mérida y Badajoz son ideales para dar un paseo o correr. Aquí el agua está bastante sucia, pero se ven muchos patos y pollitos que nadan en hilera. Boquean entre botellas y latas y limo unos peces grismarrones no demasiado grandes. Paso por debajo del puente y voy a parar a la base de la muralla. Este es un rincón único, que impresiona al más pintado. Otro que me ha sedado es la Glorieta de las Méridas del Mundo, con su microcosmos de palmeras, piedras ciclópeas y toscas puertas romanas. Regreso a casa por la soleada y animada calle de Juan Pablo Forner, tuerzo por Vespasiano. El arco de Trajano lo vi de noche, pero es mejor de día. Ahora el calor aprieta. Mi objetivo es el inmenso Acueducto de los Milagros. Lo rodea una pradera estupenda. Hay algunos enamorados inteligentes dándose besitos bajo los arcos, en la sombra. En el río veo cigüeñas y una especie de ibis marrón que busca bichos entre el fango con su pico curvo. Desde luego, los parques aquí son de primera, y si tienen acueductos como este... Extremadura es el país de los pájaros: hasta en las grandes ciudades pueden verse grajos y hasta milanos. A la sombra de un pino termino estas notas.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-10902276327085633602017-08-27T07:50:00.002-07:002017-08-27T07:50:35.338-07:00Robledillo de GataSalimos de Hoyos y nos disponemos a cruzar la Sierra de Gata. A medida que dejamos atrás la zona del incendio, todo va cobrando un aspecto más boscoso, y hay más pasto verde. Pasamos Cadalso, donde comeremos, y nos internamos en un valle suave. De unas lomas aparecen dos buitres negros. Son enormes. Hay un torreón gris erosionado sobre una escarpadura, convertido ya en naturaleza.<br />
En Robledillo hay muestras de una curiosa arquitectura popular antaño denostada y hoy comprendida como lo que es: pura adaptación al medio. Me comentan que el vino local, peleón y terrero, se llama Pitarra, como el escritor Frederic Soler. Tomo un par de botellas en cuanto puedo. Ya veré cómo las subo al avión.<br />
Sin embargo, la vid es escasa. Unas pocas "manchitas" (que diría un boricua) entre olivares. La iglesia es hexagonal y combina cierto aire clasico con la multiforme arquitectura local, de pizarra y madera. Su espadaña blanca culmina sobre el pueblo y le da su perfil característico. Las vigas de las casas son árboles encastados en bruto. Todo es oblicuo y deliciosamente tosco. El paseíto por el sendero del río, con las casas casi negras colgadas, es realmente sorprendente. Tiene aires pirenaicos.<br />
Nos tomaremos algo en un bar que es un rincón de piedra, entre vegetación de ribera. En este bar que es casi un sedimento histórico, están escuchando Pimpinela. Del techo cuelgan enormes marmitas como las de la aldea de Astérix. Aquí la conversación fluye a chorro, es un peligro y puede perderte, porque no agobia el calor y uno tiene la sensación de flotar bien integrado en los caprichos del planeta. Los picos que vemos son todos amables, bastante altos pero redondeados. La piscina natural está al otro lado del pueblo. Las piscinas naturales son miniembalses, cada pueblo de la sierra tiene su piscina natural, e incluso dos o tres.<br />
Esta de Robledillo es una maravilla de tranquilidad. Aunque hay unos señores de Reus que bromean con nosotros: no se creen que nos vayamos a meter en el agua, porque está helada, es hielo. Pero desde arriba ves el fondo. Al nadar por aquí se filtran los rayos de sol que se vuelven semiverdes. Los márgenes son legamosos y con algas. En un primer momento duele esta agua como una cama de cuchillos, luego resulta de lo más agradable, incluso en un día no muy soleado como hoy.<br />
Por todas partes vemos el símbolo de la sierra de Gata: es una rosa hexapétala que parece que procede de un antiguo culto lunar. Ya lo preguntaré. Yo he visto estas rosas en las estelas visigóticas de Mérida. ¿Vinieron de Hungría y Germania? ¿O estaban también en los edificios romanos?<br />
Regresando, comemos en Cadalso, al lado del río. Nos acarician este viento y estas hojas. Gazpachito y secreto ibérico. La tarde marchará bien. Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-11939166269278277532017-08-27T00:57:00.000-07:002017-08-27T00:57:13.375-07:00De Mérida a Hoyos.En mi ignorancia, pensaba que esta tierra era seca y desértica. Pero está cruzada de ríos muy considerables, y hay embalses por todas partes. Es un paisaje humanizado, aunque humanos se vean pocos. Cruzaremos el país de Sur a Norte, por un par de autovías que están muy bien. Nos acompañan aves rapaces que yo no sé identificar: buitres no son, porque no tienen las alas deshilachadas. Unas son parduzcas y tienen un vuelo majestuoso, pero no conozco las aves de por aquí. Otros son claramente halconcitos que se acercan mucho al suelo y vigilan bandadas de palomas.<br />
Paramos en Coria, lugar obligado. Empezamos nuestro paseíto rodeando una torre medieval estupenda, una de esas cosas que uno no se cansa de mirar, y nos paramos delante de la casa de Sánchez Mazas y Sánchez Ferlosio. Por diversos motivos este año he tenido en la mano cartas autógrafas de Sánchez Mazas, y se me hace extraño estar ahora delante de la casa de las que salieron para Barcelona y Madrid. Las puertas de madera de Coria son todo un monumento en sí mismo. Comemos en el Bobo de Coria, en un comedorcito presidido por el cuadro de Velázquez y utensilios del pasado. ¡Qué decir de esta tarta del Casar!<br />
Delante de la Catedral, quedo deslumbrado. Eugenio d'Ors decía, en una de sus denostadas teorías, decía que el Barroco hispánico había empezado en Lisboa y que se había extendido hacia el este en forma de gótico plateresco. Lo demostraba enseñando fotos de balcones manuelinos. Delante de esta fachada fastuosa, presidida por la tracería y el "horror vacui", la teoría me parece verosímil.<br />
La bóveda es, como en Hoyos, abanico. Y hay un pequeño museo en el claustro muy agradable. Bajo los arcos hay caras y corderos místicos. Una buena visita.<br />
Al parecer, durante la Guerra de la Indepedencia, al obispo de Coria los franceses le dispararon un tiro en la boca y otro en los genitales. Los soldados que fueron a parar aquí, derrotados por los ingleses, al parecer eran la quintaesencia del programa ilustrado...<br />
Hoyos no está lejos: solo unos treinta kilómetros. El pueblo es delicioso, tiene como un aire atlántico. La iglesia combina vestigios románicos con elementos manuelinos: esto es tierra de transición: Portugal está a 20 kilómetros y me explican que por allí hablan un extraño idioma híbrido.<br />
La Sierra de Gata es muy especial: acostumbrado a las montañas abruptas de Catalunya, todas con sus correspondiente acantilado vertical, con la visita reciente a los Puertos de Beceite, esta montaña antigua y redondeada me parece de lo más extraño.<br />
Nos movemos hasta Acebo y nos bañamos en su helada piscina natural. Me escoltan unos pececitos pardoamarillos. Todo el valle lo preside el Monte Jálama, lento y solemne, de casi 1.500. Es como el padre o el pastor de esta zona. Aquí el monte es verde claro y se orla a sí mismo con pedruscos negros.<br />
Al parecer, hace unos años la sierra fue devastada por un inendio apocalíptico: se ven las huellas negras por todas partes. Pero la vida se está abriendo paso con fuerza: los pinos chamuscados y las encinas vuelven a tener hojas, pero quizás por haber respirado tanto humo algunas tapias humanas son de un negro doliente, inexplicable.<br />
En un cartel veo que el ave más común aquí es el águila real: por la foto entiendo que los pajarracos de la carretera lo eran: águilas reales, y en cantidades asombrosas. Ya no tendré que mirar en el Google. Yo en Catalunya solo había visto una, pero muy de cerca, en el Canigó. Y era realmente dorada. En catalán, el águila real es una "àguila daurada". Estas no son doradas, son águilas un poco abuitradas. No tiene tanto glamour pero son más populosas y democráticas: sobre todo se dejan ver más. Pero es que hay muchas. En Extremadura también hay murciélagos enormes, casi del tamaño de un estornino. Dan hasta un poco de yuyu.<br />
El pueblo de Gata es una mancha de leche en una hoya alta. Aquí se ve que llevaba una escuela de Humanidades Nebrija... ¡Aquí!<br />
Encinas, olivares, alcornoques. En el campo de Cáceres, el verde y el amarillo dialogan. Hoy amanece nublado. Cruzaremos la Sierra de Gata de Oeste a Este y rozaremos las Hurdes. Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-18831708435948165162017-08-25T09:05:00.002-07:002017-08-25T09:05:25.156-07:00Mérida. Día IAquí no se lo creen, pero estoy más fresquito en Extremadura que en Barcelona. El calor, como es mucho más seco, no te persigue con tanta vocación de molestar y engancharse. Sí es verdad que, a partir del mediodía, ponerse bajo el sol es más bien suicida, pero es un auténtico regalo poder dormir, pasar mañanitas frescas, casi tan buen regalo como haber subido al avión sin ordenador y sin conectividad alguna que me permita seguir nadando en el lodazal de la prensa diaria.<br />
Tras algún que otro capítulo picaresco con los taxistas del aropuerto de Badajoz (como si no hubiera viajado nunca por países en los que nadie activa el taxímetro), Badajoz me recuerda mucho mucho a Málaga: los castillos y las calles se parecen mucho. Hay un río inmenso, Portugal está muy cerca, los puentes y las murallas son espectaculares.<br />
Llego a Mérida por tren, desde el que veo un acueducto alto como un edificio de cinco plantas. La tierra parece quemada en muchos rincones, de un color amarillo preocupante, hasta desasosegante, y en ocasiones hasta negra. ¿Qué demonios podrá crecer aquí?<br />
Mientras se va el sol paseamos por el punte romano, que es una maravilla de casi un kilómetro de largo. ¡El Guadiana es un río inmenso! Puedo asegurar, y aseguro, que es aún más ancho que el Ebro, río que últimamente me ha acompañado mucho.<br />
He venido a seguir los pasos de un puñado de escritores de principios del siglo XX. En los archivos, en las bibliotecas, un personal ejemplar. Amable, y que te deja solo en las salas de consulta y los cuartos de atrás, donde está lo bueno, lo cual es el sueño de cualquier friki investigador.<br />
En los bares, lo mismo. Todo el mundo está alegre y es dicharachero. Ahora bien, cuado los extremeños hablan de sí mismos como comunidad, se palpa el descontento secular y cierto espíritu de derrota histórica. Muy rápidamente se percibe esto: falta de fe en sí mismos. <br />
Pasar la mañana en el Museo Visigótico es un gusto. Me ha llamado esta colección exótica, con plantas y pilastras y mármoles trazados que me han hablado flojo pero fuerte. Mucho más íntimamente que la colección del Museo Romano, que llega a atragantar de tanta grandeza. Los visigodos me han hablado de un modo más intuitivo. Por muy espectacular que sea la colección romana (¡que lo es: estos mosaicos no se ven cada día!), el arte romano es igual en todos los rincones del Imperio. Del Museo Romano me he quedado con lo pequeño: las diminutas cabezas de terracota, los pequeños Bacos de bronce, y las monedas, a través de las cuales he puesto cara y ojos a los Emperadores de toda la vida.<br />
Pero lo que más me ha imptresionado ha sido el Templo de Diana: fino y grande, espectacular. La Alcazaba, ciclópea y achaparrada, es del siglo IX, la más antigua de la Península. Yo solo he visto arquitectura islámica del siglo IX, en Kairouan (Túnez). En conjunto, todo muy potente. Y la gente amable y simpática como la que más. Pero dejo esto ya, porque me voy al Teatro Romano. Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-18465250456627752002017-08-17T03:36:00.002-07:002017-08-17T03:39:29.468-07:00Antonio Machado<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px; white-space: pre-wrap;">Tema Machado. I acabo. No em preocupa que l'Ajuntament no vagi a retirar el nom. No em preocupa que els "grans" diaris (sense prestigi ja, qui vol qualitat ha d'anar al digital, fa temps que és així) continuïn mentint: diran el que els dicti la banca. Em preocupa que es posi al mateix sac a un pioner de la tolerància i la democràcia espanyola, que una colla de feixistots, i que se l'acusi d'imperialista. Sí em preocupa que no hi hagi més càtedres de català, basc, gallec, arreu de la península. Sí hi ha noms de poetes catalans a Castella. N'ho hauria d'haver més, i de totes les nacions. Sí hi ha lectors de poesia catalana. Em preocupa que s'equipari Espanya amb Franco i el franquisme. Em preocupa que a casa meva ens posem al nivell dels franquistes (censurant Machado, com feia Franco). Siguem sincers: a Catalunya no llegim els nostres propis poetes, no els defensem. Les nostres ideologies no es poden basar en esborrar i destruir. Jo sí busco el que es fa a València: busco Josep Piera. Allà on vaig busco les veus humanes i creatives. Rajoy no té res a veure amb el Madrid que jo conec, amb el de les persones que jo hi conec, amb molta de la cultura que s'hi fa. Madrid no és Franco, ni la monarquia. Machado és un poeta universal, l'univers importa als catalans. Rodoreda, Espriu, Brossa, Roig, són també universals. I els cultivem tan poc! L'altre dia jo era a Tàrrega: no hi ha una trista casa museu Pedrolo a Tàrrega. PEDROLO! Un escriptor enorme, ENORME, que ens passem pel forro dels pantalons, amb perdó. Em preocupa, sí, que es demani el carnet polític dels escriptors. I que en comptes de llegir-los se'ls valori (a Espanya, a Catalunya) per quina és la seva identitat ideològica. És que Lorca ha de ser catalanista perquè el valorem? Sabeu què penso? Que un pobre que no llegeix Machado (sí! Pobre!) tampoc llegirà Estellés o Verdaguer o Carner. La qüestió és aconseguir que la gent no pensi, no llegeixi, només obeeixi. Si us plau, prou baràrie. Ho sento. És que Machado em ressona molt. És un dels meus. I és un dels meus perquè sóc un maragallià fins al moll de l'os, i aquestes coses me les crec.</span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-49273699820366490262017-05-30T07:21:00.001-07:002017-05-30T07:21:45.538-07:00Vicente Blasco Ibáñez: el ariete republicano<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiI75nN_y39gtWvdKeoEU_oqbLmzOjBElyBuO6O1hxqgXuwD7F8MLTqCAUne1_J4UIP4NhcAQLYSBEgc_BJiM8iNT8cD7q_Tmf7ngwxxEfeZ2o9lI15QNQyPHBuReLHC_2iPjUIaotZh14/s1600/sello+blasco.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="219" data-original-width="230" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiI75nN_y39gtWvdKeoEU_oqbLmzOjBElyBuO6O1hxqgXuwD7F8MLTqCAUne1_J4UIP4NhcAQLYSBEgc_BJiM8iNT8cD7q_Tmf7ngwxxEfeZ2o9lI15QNQyPHBuReLHC_2iPjUIaotZh14/s1600/sello+blasco.jpg" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> En 1915, Vicente Blasco Ibáñez,
cansado y arruinado, recién llegado a París procedente de unas colonias
argentinas que no habían prosperado,
empezó a escribir <i>Los cuatro
jinetes del Apocalipsis</i>. Cuatro años después, solo en Estados Unidos, se
habían agotado ya doscientas ediciones de la novela. En 1921, Rodolfo Valentino
protagonizaba la versión cinematográfica de la obra, financiada por la Metro
Pictures Corporation. Este es el Blasco exitoso y moderno que quedó grabado en
el imaginario: el Blasco maduro y veterano, pragmático y laureado, el emperador
de la novela comercial y del guión de cine, el Blasco orondo y triunfador que
eclipsó al joven revolucionario que fue antes de que se iniciara el siglo XX.
El empresario hizo olvidar al republicano federal, al revolucionario de
trinchera, al joven periodista de combate que nos proponemos recuperar aquí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Blasco empezó a colaborar en el
periódico <i>La Bandera Federal </i>en 1889.
En esos editoriales de <i>El Pueblo</i>, las
bestias negras eran Emilio Castelar y Práxedes Mateo Sagasta. No es que los
radicales valencianos apreciaran a Cánovas. De hecho, Blasco no mostró
benevolencia hacia el líder conservador ni siquiera cuando este fue abatido a
tiros por el anarquista Michele Angiolillo. Pero Blasco opinaba que Cánovas,
aún a través de medidas reaccionarias, era capaz de gobernar, mientras que, por
su parte, Castelar le parecía un mero traidor a los ideales republicanos, y
Sagasta un líder impotente, un converso canallesco y ladrón (Blasco llega a
llamarle “viruela maligna”), irracionalmente aferrado al poder.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> En 1890, el general carlista
Cerralbo iba a ser recibido en la ciudad de Valencia. Blasco, junto con los
anarquistas Montaña y Serra, acaudillaron el asalto a la fonda en la que
pernoctaba el militar tradicionalista. Hubo palos y disturbios. El carruaje de
Cerralbo fue lanzado al fondo del río. El Capitán General Azcárraga decretó el
estado de sitio, y <i>La Bandera Federal </i>fue
suspendido. Un botón de muestra de hasta dónde eran capaces de llegar Blasco y
sus seguidores a principios de los años 90. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> En los mítines de Blasco era
habitual ver a conocidos anarquistas entre el público. Entre 1890 y las
primeras décadas del siglo XX, tanto en Valencia como en Cataluña, las ramas
ideológicas inspiradas en la postura antisistema de Ruiz Zorrilla, exiliado en
París, confluían en una misma familia política de contornos difusos. Así, por
ejemplo, Lerroux y Ferrer y Guardia eran amigos, y las fuerzas ácratas que
acaudillaba Blasco participaban en los mismos disturbios que los anarquistas:
la frontera entre ambos no estaba clara. El republicanismo radical y el
libertarismo compartían espacio contra el sistema de la Restauración.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Otro rasgo sobresaliente en esta
etapa fue el anticlericalismo, postura que, en el caso de Blasco y sus
compañeros de redacción, alcanzó cotas de radicalismo que rayaban en la abierta
hostilidad y violencia. Cuando Ciriaco Sancha llegó a Valencia para sustituir
al anterior arzobispo, Blasco despegó una enorme pancarta en el balcón de <i>La Bandera Federal</i>, bajo la cual pasaba
la comitiva de bienvenida, en la que se leía: “Jesús entró en Jerusalén
descalzo y pobre: comparad”. El incidente causó un enorme escándalo, y Blasco
fue detenido y encarcelado en el presidio de San Agustín. Dos años después
volvió a la cárcel por motivos parecidos: los obispos de Salamanca, Madrid,
Segorbe y Valencia fueron apedreados cuando se disponían a embarcarse hacia
Roma. Botones de muestra de lo que era una actividad subversiva apoyada desde <i>La Bandera Federal </i>y <i>El Pueblo</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> También en 1890, Blasco publicó un
incendiario soneto en el que amenazaba con cortar la cabeza a todos los
tiranos. El resultado fue ser condenado a seis meses de cárcel y verse obligado
a huir a París, lo que fue providencial, porque allí conoció a Ruiz Zorrilla,
el carismático líder revolucionario exiliado. Para Blasco, el monárquico Sagasta
era el reverso de la moneda de Ruiz Zorrilla, el emblema de la honradez. Fue
también entonces cuando estudió a fondo las obras de Balzac y Zola. Al volver a
Valencia, Blasco lideró un golpe de estado interno en su partido: Juan Feliu
fue arrojado de la jefatura y la facción federal histórica fue barrida por los
cuadros jóvenes, mucho más audaces. 1892 fue un año clave en su trayectoria, en
el que publicó las tres mil páginas de la obra <i>Historia de la revolución española en el siglo XIX</i>, en tres
volúmenes, epilogada por Pi i Margall, ex presidente de la República de 1873.
Blasco ya evidenciaba uno de los rasgos más característicos de su obra: el
colosalismo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> El primer número de <i>El Pueblo </i>vio la luz el 12 de noviembre
de 1894. Blasco se lanzaba a esa empresa sin una base financiera clara. 1896
fue un año decisivo para el Partido Republicano Federal: tanto Blasco Ibáñez
como su líder en Cataluña, Vallès y Ribot, se escinden para liderar una facción estrictamente
revolucionaria. A partir de entonces, su estrategia política pasará por el
retraimiento, por no entrar en las combinaciones electorales. Pi i Margall, el
viejo patriarca republicano, ferviente legalista, abandona la Asamblea de
Madrid sin haberla concluido: se puso el sombrero y abandonó la reunión. En
aquella época, Blasco ya había encontrado una voz narrativa propia: frente a
sus primeros ensayos literarios, que luego repudió, había ya publicado <i>La araña negra </i>(1892), de contenido
antijesuítico, <i>Arroz y tartana</i> (1894)
y <i>Flor de mayo</i> (1895).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Estalla la guerra de separación en
Cuba y la postura de <i>El Pueblo </i>es
compleja. Blasco no quiere romper con el Ejército, que considera garante de las
libertades liberales, y muestra un patriotismo monolítico. Su propuesta pasa
por conceder la autonomía a la isla (la propuesta de Maura en 1893) y por
extender los derechos modernos y la instrucción general por toda la isla. Sin
embargo, no ahorra críticas contra el general Martínez Campos y el estado de
las tropas españolas que combatían en condiciones infrahumanas. Finalmente,
considera lamentable y antipatriótico que las clases adineradas puedan ser
exoneradas del servicio militar por 1500 pesetas. La pésima gestión del
conflicto por parte de los gobiernos debería encaminar a España hacia el
establecimiento inmediato de la República. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El
hecho de que la monarquía no declarara la guerra a Estados Unidos motivó que
Blasco y el grupo de <i>El Pueblo </i>sacudieran
Valencia con varias protestas antinorteamericanas. La situación llegó a ser tan
grave que el Gobierno Militar declaró de nuevo el estado de sitio.
Naturalmente, Blasco Ibáñez fue puesto en busca y captura y tuvo que huir de
nuevo al exilio. Su estancia en Italia fue también muy provechosa, puesto que
allí escribió <i>Tres meses en el país del
arte</i> (1896). Tras volver, encabezó nuevas algaradas en pro del servicio
militar universal, que le valieron verse encarcelado durante seis meses en el
tétrico presidio de San Gregorio. Allí fue rapado y tuvo que vestir el
humillante traje a rayas. La experiencia, la peor de su vida según confesión
propia, motivó que, a partir de entonces, Blasco cambiara de opinión respecto a
la necesidad de ser elegido diputado para poder gozar de inmunidad. Fue elegido
en 1898, 1899, 1901 y 1903.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"> Tras su amargo trance carcelario, nuestro
hombre fue desterrado a Madrid. Allí conoció a Rodrigo Soriano y empezó
realmente a abrirse paso entre los más selectos círculos culturales de la
capital. Esa amistad terminó de la peor manera: Soriano acabó acusando
públicamente a Blasco de comportarse un cacique. El nuevo amigo iba acumulando
poder a pesar de no disponer de arraigo en Valencia. La rivalidad llegó hasta
el Congreso, y finalmente Blasco y Soriano se batieron en duelo en Madrid en
junio de 1903.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
septiembre de 1905, Blasco Ibáñez había obtenido su acta de diputado por sexta
vez. Los radicales valencianos habían conseguido abrirse un espacio político
rompiendo con el monopolio fraudulento de liberales y conservadores: lo que en
Cataluña consiguió la Liga Regionalista en 1901. En 1908, Blasco aseguraba
haberse retirado por completo de la política. Hasta 1903, indica Alós, no
podemos hablar con propiedad de “blasquismo”; el término lo acuñaron sus
enemigos partidarios de Soriano, con tono peyorativo. El republicanismo perdía
a su ariete en Valencia, pero la literatura ganaba a un escritor con pulso
firme, cuyas ventas no pararían de crecer astronómicamente hasta su
desaparición. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Sin
embargo, antes de su exilio, Blasco tuvo tiempo de protagonizar una ambiciosa
campaña pro aliada durante la Primera
Guerra Mundial, y de enfrentarse a la dictadura de Primo de Rivera, con
textos como <i>Una nación secuestrada </i>(1924),
<i>Por España y contra el rey </i>(1925)<i> </i>y <i>Lo
que será la República española </i>(1925). Blasco Ibáñez moría en su villa
Fontana Rosa de Menton (Francia), de nuevo en el exilio. No llegó a conocer la
República de 1931.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Publicado en "La Aventura de la Historia", Núm.223, mayo de 2017.</span></b></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-34542221603690543542017-04-28T07:32:00.001-07:002017-04-29T02:44:03.450-07:00"La menorá y el compás", de David Aliaga<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhntT1qCkZqQ7fqPyuFwzPUWOuqAkH54HNcL4GLM-yuEtLt96G-9tJuj6l9AtnY5TzNK77IxssKZ7bbMEb-fij_t2aZ-SSFYYMsNwlwlix6_IaRtIydXnhLKT0q9UBtsAyGW7-hpjGE_-0/s1600/menora.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhntT1qCkZqQ7fqPyuFwzPUWOuqAkH54HNcL4GLM-yuEtLt96G-9tJuj6l9AtnY5TzNK77IxssKZ7bbMEb-fij_t2aZ-SSFYYMsNwlwlix6_IaRtIydXnhLKT0q9UBtsAyGW7-hpjGE_-0/s200/menora.jpg" width="132" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
David Aliaga<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<b><i>La Menorá y el compás<o:p></o:p></i></b></div>
<div class="MsoNormal">
Masónica.es<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El último
libro de David Aliaga es un ensayo muy necesario, porque vivimos en un país muy
necesitado de que se hable de religión (y de irreligión) con naturalidad. Donde
debate y diálogo se confunden con grito y conflicto, la voz moderada y tenue de
Aliaga nos trae el recuerdo de filósofos que, en un entorno mucho más hostil
que el nuestro, fueron capaces de ordenar sus párrafos mentales e intentar
transmitir una determinada manera de entender su mundo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Tras cuarenta años de totalitarismo
religioso, los que aún somos algo jóvenes hemos ido observando hasta qué punto
la religión oficial es odiada entre la población que la padeció. No pocos
sacerdotes católicos, a partir de los años 50, sobre todo, ya se fueron dando
cuenta de lo que acabaría ocurriendo si una horrible dictadura seguía
imponiendo la religión católica en todos los ámbitos de la vida humana. Algunos
supieron reaccionar, pero tarde. ¿Qué tenemos hoy? Lo observó Sádaba en los
años 80: una sociedad banal, en la que no reina ni la espiritualidad ni
cualquier tipo de actitud reflexiva. Los españoles flotan entre una
religiosidad aberrante, no solo externa sino dotada de un materialismo grosero,
y oficialmente vinculada a posturas políticas de extrema derecha que no tienen
nada que ver con los mensajes espiritualistas ni ética de ninguna clase, y la
nada.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Lo
vemos en las aulas. No solo han caído las creencias entre los más jóvenes, sino
que, con ellas, también cualquier tipo de valor mínimamente trascendente o
cultural. Con las esperanzadoras excepciones de siempre. En mi casa, y eso que
crecí en la familia más irreligiosa que se pueda imaginar, mis padres me
enseñaron la noción de sagrado: la música era sagrada, el silencio para pensar
y leer era sagrado, los libros eran
sagrados. Ahora todo es entretenimiento: por eso parece que se asfixia la
cultura. Pero hay muchos que no se conforman con eso. Y por eso les dediqué mi
estudio histórico sobre el ateísmo español. Se lo dediqué a todos los creyentes
españoles sin Iglesia, yo que no soy creyente. Pero aunque no crea, no odio las
creencias, ni mucho menos. Los que no sufrimos ese totalitarismo podemos
desarrollar curiosidad por las filosofías trascendentes honestas, empezando por
Spinoza. Esa es la diferencia generacional que observo entre los de mi quinta y
las anteriores: nosotros tenemos la posibilidad de paladear los contenidos
literarios religiosos, estudiar las creencias y las increencias, manteniendo
una actitud de “naturalidad” respecto a cualquier fenómeno de conciencia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Estamos
menos vigilados, entiendo. Podemos moldear nuestra propia cultura personal, y
es lo que hizo Aliaga, y es lo que ha venido a contarnos. Lo que ha echo Aliaga es generoso, se ha ofrecido desnudo, sin pudores ni rubores: y el lector no tiene más remedio que crecer con él.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
“La
menorá y el compás” es, en primer lugar, un ensayo personal sobre las
relaciones entre judaísmo y masonería. Pero es mucho más: es la historia de un
camino de búsqueda personal, escrito con artes de novelista, maravillosamente
documentado. Huele a Ilustración, a Renacimiento. A honestidad. Al gozo que
producen las obras de San Juan de la Cruz, de Juan de Valdés, de Spinoza. Es un
libro que debería ser traducido a muchos idiomas, no solo por la poesía que
contiene, sino porque es, seguramente, el libro sobre religión judía y caminos
masónicos más claro y sencillo que he tenido la oportunidad de leer. En el
sentido de ilustrativo. En el sentido de apasionado. Lejos de querellas y humo político, lo que ha
escrito Aliaga es la historia de parte de su trayectoria intelectual. Porque él
también es uno de estos jóvenes curiosos que no se conforma con la Rutina o la Nada.
A todo le busca un sentido, intelectual y personal. <o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
Y quizá
sea esta la única forma de actuar e interactuar con la sociedad y la cultura
que nos vaya quedando.<o:p></o:p></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-3947592404254758442017-04-23T01:49:00.000-07:002017-04-23T01:49:01.596-07:00Mercados de libros<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">A mi modo de ver, este debate está mal planteado. Por un lado, los que parecen escandalizarse de que un twitero arrase, por el otro los postmods que se sonríen ante el derribo de la Academia. En realidad, nuestros clásicos nunca fueron superventas. Algunos de ellos, por ejemplo, Góngora, no publicó un solo libro en toda su vida. Que el libro creativo, artístico y de exploración haya vendido alguna vez es falso. Nadie se enteró de Kavafis o Pound. El "Ulises" de Joyce fue una </span><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">autoedición. Luego parece un horror que los escritores artísticos no puedan vivir de la escritura: ¿cuándo ha pasado eso? Cortázar era intérprete, Benet ingeniero, Cervantes recaudador de impuestos y soldado, Garcilaso militar. Unamuno, Clarín, Azorín, eran periodistas. Como Montserrat Roig, que vivía de la tele y el periódico. Verdaguer era sacerdote. Proust, asmático. Lorca solo logró emanciparse estrenando teatro en Buenos Aires. Existen diversos niveles de mercado. Me parece normal que la obra estéticamente exigente sea poco comprada. Me gustaría que vendiera más, pero no me escandalizo porque esto es algo normal. Apollinaire no arrasaba. El mejor poeta vivo estadounidense vende 300 ejemplares. Pero un libro vendido millones de veces no hace mejor su prosa o su verso. Tampoco es cuestión de calidad. Es cuestión de a quién le está hablando el autor, como Juan Benet no hablaba al mismo lector que Corín Tellado. Sencillamente, Almudena Grandes y José María Merino conviven con mensajes y objetivos diferentes. Nada más. A veces, Internet no deja vernos la pluralidad de círculos y de interlocutores. Los superventas hace siglos eran La imitación de Cristo de Kempis o las Fábulas de Esopo, o toda clase de dramaturgos y poetas ignaros. Shakespeare no pensaba básicamente en el "libro", sino en las representaciones, igual que Calderón. Tan falso es medir el éxito de un libro por sus ventas como odiar al libro ligero que arrasa. Cuando voy al cine me apetecen cosas diferentes: puedo ir a ver una de superhéroes o una reposición de Bergman: disfruto igual, aunque disfruto diferente.</span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-71011174033956315512017-04-03T01:34:00.003-07:002017-04-03T01:34:58.329-07:00Machismo y vanguardia: Ensayo sobre la invisibilidad<!--[if gte mso 9]><xml>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgT7T1sUgPcFmA21KpOZCEv-dMe27ixL8NKuQWG7hpp3WI5DgTEgPUe2BQCzZIwKtGhIw1udLSZh8t2psUkQmoNQdq2tLsflFmQZPAYNycxDqlJtf84XPUvRc7oqAnn152YpPyI2U1ssh4/s1600/mach.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgT7T1sUgPcFmA21KpOZCEv-dMe27ixL8NKuQWG7hpp3WI5DgTEgPUe2BQCzZIwKtGhIw1udLSZh8t2psUkQmoNQdq2tLsflFmQZPAYNycxDqlJtf84XPUvRc7oqAnn152YpPyI2U1ssh4/s1600/mach.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Machismo y vanguardia.
Escritoras y artistas en la España de Preguerra</span></i><span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">. Así
se titula el libro de Encarna Alonso Valero que he encontrado casualmente en
una de mis librerías habituales. A veces el azar consigue que uno se cruce con
un título sugestivo, cuya lectura no defrauda las expectativas.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Distingue
la autora dos períodos o etapas bien diferenciadas en el desarrollo de las
vanguardias literarias españolas: la primera, comprendida entre finales de 1918
y 1923, centrada en el inicio y el declive del movimiento ultraísta, y una
segunda mucho más academizada y vertebrada en torno a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Revista de Occidente </i>y el equipo cultural de José Ortega y Gasset. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Las
vanguardias desembarcan en España decisivamente a partir de que Isaac del Vando
Villar funda la revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Grecia</i>.
Señala Alonso que en ese momento inicial la presencia de mujeres en los medios
ultraístas es mínima, ya que en su revista más emblemática, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ultra</i>, no aparecen más que unas escasas
líneas escritas por Rosa Chacel, y colaboraciones de la poeta Lucía Sánchez
Saornil, que firmaba con un nombre masculino: Luciano de San Saor. Se concluye:
“Esa escasez no puede extrañarnos si atendemos a la poética y la teoría del
movimiento. Según se puede leer en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Manifiesto
ultraísta</i>, la fuerza renovadora de la auténtica vanguardia era viril y
aparece identificada repetidamente con lo masculino” (pág.15). El texto
insistía en imágenes sexuales y bélicas, cuya conclusión necesaria era que
resultaba preciso “romper el himen” de la cultura. Sin duda se trataba de
reflejos de lo expresado por Marinetti en los textos fundacionales del
Futurismo (1909), formulado explícitamente como un movimiento que despreciaba
tanto a la mujer como a lo femenino. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Mucho
más significativas (y también, claro, decepcionantes) son las aportaciones
teóricas de los grandes nombres de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Revista
de Occidente</i>. Es a partir de 1923, con la fundación de la revista, cuando
las nuevas estéticas se consolidan e incluso se institucionalizan. Cuando, como
repite con acierto Alonso, se consolida en torno a Ortega un poderoso campo
cultural que regulará lo que es centro y lo que es periferia en el ámbito de la
modernidad hispánica. La autora llega a atribuir a Ortega un “poder normativo”.
De hecho, en el fondo, lo que hace principalmente la autora es aplicar la
teoría de campos de Bourdieu sobre el escenario fascinante de las letras
españolas de los años 20, para tratar de llegar a conclusiones claras sobre
cuál fue realmente el papel de las mujeres creadoras en un entorno tan
claramente monopolizado por los orteguianos. Como escribe Alonso: “quien
aparecía en la revista era porque había sido consagrado, constituido como
élite, y se consagraba, entre otros mecanismos, asegurándose la prestigiosa
posición que ofrecía aparecer en la revista” (pág.30). Los resultados
sorprenden, y aunque la autora se cuida de distinguir suficientemente los
inmensos méritos teóricos de hombres como Gregorio Marañón o el mismo Ortega,
las conclusiones no dejan de resultar dolorosas para un lector acostumbrado a
admirar los edificios culturales inmediatamente anteriores a la guerra civil.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Porque
las palabras son, en este caso, inequívocas. Ortega teorizaba que lo propio de
la mujer era permanecer en la esfera de lo privado, como naturaleza que miraba
hacia adentro, y que por lo tanto el género que le tocaba por atribución
natural era el epistolar. En cambio, la operación de lanzar lo íntimo hacia
afuera, hacia el universo, era propia del hombre, cuya esfera natural era el
ámbito público (pág.36).</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
1923, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Revista de Occidente </i>publicaba
un texto de Simmel en el que este afirmaba que la mente de la mujer<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>no se podía desligar de lo que era
naturaleza misma, es decir, irracionalidad y ausencia de proyección pública.
Asimismo, Simmel reservaba para las mujeres lo que denominaba “artes
reproductivas”, es decir, el bordado o el arte dramático. Pensar, escribir
poemas, eran cosas que solo podía ejercer un hombre. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
1924 veía la luz el trabajo de Gregorio Marañón titulado “Sexo y trabajo”, que
no podía ser más elocuente: “Esta desigualdad biológica era el tope que marcaba
el distinto camino que cada sexo había de seguir en la vida: tú, mujer,
parirás; tú, hombre, trabajarás” (pág. 39). ¡Como si Dolores Moya, su esposa,
no le hubiera ayudado con sus libros! ¿Es que no era eso trabajar? En 1910, tal
y como reporta Antonio López Vega en su magnífica biografía sobre Marañón, el
médico le había escrito a Dolores: “¿Quieres una cosa? Yo te enseñaré a
escribir a máquina y tú me copiarás las cosas que escriba. Así estaremos
siempre juntos” (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Gregorio Marañón.
Radiografía de un liberal</i>, Madrid, Taurus, 2011, pág, 74). López Vega
afirma también que “Así fue durante toda su vida”: Gregorio iba escribiendo y
Lolita mecanografiaba...</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Según
Marañón, “la especial constitución de su sistema nervioso, que la hace
infinitamente apta para los estímulos sensitivos y emocionales tan propios de
la maternidad, la hace en cambio poco dispuesta, en el promedio de los casos,
para la labor mental abstracta y creadora” (pág.40). De esta forma, a través de
la pseudociencia y la filosofía se sustituían los dogmas religiosos en la
confrontación de las diferencias naturalizadas, presentadas como hechos
irrebatibles e incontrovertibles. Un ejemplo más: el orgasmo era también
esencialmente masculino. Las mujeres que lo disfrutaban eran anormales y
viriles.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Marañón
hablaba de un “promedio” de mujeres negado para la abstracción racional: la
existencia de “excepciones”, fundamentalmente Rosa Chacel y María Zambrano,
vendrían a confirmar la regla en las teorías de Ortega. Alonso echa de menos
una tradición liberal que entroncara con la defensa de las mujeres realizada
por Mill: la figura de Ortega y Gasset, sin duda quien mejor hubiera podido
representar ese papel, resulta decepcionante en este sentido: “Así como apuesta
de manera decidida por la modernidad y el europeísmo en otros campos, siendo
ese en definitiva su proyecto intelectual y cultural, en lo que tiene que ver
con las relaciones entre los sexos vuelve los ojos atrás y reproduce la
ideología clásica ilustrada (y después romántica) de la mujer sensible,
irracional y, en definitiva, imposibilitada por su propia naturaleza biológica
para lo público” (pág.47). </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Afirmó
Ortega en un artículo de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Sol</i>
(“¿Masculino o femenino?”, 26 de junio y 3 de julio de 1927) que el hombre era
completamente independiente de la mujer, pero no la mujer del hombre. En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El hombre y la gente</i>, un curso de
1949-50 editado en forma de libro en 1957, repetía que la vida varonil era
esencialmente superior a la femenina. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Sin
embargo, las excepciones fueron importantes. Tampoco hay que olvidarlo: “En la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Revista de Occidente </i>publicaron autoras
como Rosa Chacel o María Zambrano, y Maruja Mallo hizo ilustraciones y expuso
en sus dependencias tras la impresión que sus cuadros causaron a Ortega,
abierto a la creación de excepciones (Chacel en literatura, Mallo en pintura y
Zambrano en filosofía: una por disciplina)” (pág.53). Alonso se explica tan
claramente que lo mejor es citarla: “La excepción más importante, a pesar de
sus inevitables limitaciones, no la encontramos hasta 1931, cuando Rosa Chacel
publica en la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Revista de Occidente</i>
una crítica sobre cómo las teorías contemporáneas de la diferencia sexual
servían para marginar a las mujeres de la cultura”. En aquel texto, “Esquema de
los problemas prácticos y actuales del amor” (Núm.31, págs.129-180), Chacel
arremetía contra Simmel y Jung y proponía que el género “es una construcción
cultural y no un hecho natural” y que “debían impugnarse sus restricciones a la
producción artística y cultural” (pág.60). </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Rosa
Chacel regresó de Roma en 1927 con el manuscrito de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Estación. Ida y vuelta </i>bajo el brazo. Estaba convencida de que se
ajustaba al canon orteguiano. Por lo tanto, su sorpresa fue mayúscula cuando su
novela fue rechazada para la colección “Nova Novorum”, lo cual supuso un duro
golpe para su moral de escritora que empezaba a caminar. Efectivamente, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Estación. Ida y vuelta</i>, uno de los
textos literarios más significativos de la época, vio la luz en la editorial
Ulises, en 1930. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Ortega
hacía y deshacía, teorizando la desigualdad pero autorizando excepciones
señaladas compatibles con su ideología. Cuando hablaba de “generaciones” en sus
libros, en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El tema de nuestro tiempo, </i>en
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">En torno a Galileo</i>,<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>excluía a las mujeres de sus listas. En
el caso de las poetas, fueron manifiestamente “barridas” del “retrato de
familia oficial”. Por ejemplo, Dámaso Alonso, en su trabajo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Poetas españoles contemporáneos </i>(1952)
solo se ocupó de una sola mujer, Carmen Conde. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Algunas
anécdotas que refiere Alonso denotan un grosero y brutal machismo, alejado de
las sutiles teorías de los elegantes Marañón y Ortega. Por ejemplo, al ser
invitado Jacinto Benavente a dar una charla en el Lyceum Club Femenino, rechazó
alegando que no sabía dar clases “a tontas y a locas”. No menos doloroso y
sangrante es el caso de Luis Buñuel, que cambió el piano de su compañera sentimental
por tres botellas de champán.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Se
ocupa Alonso también de glosar cuáles fueron los principales focos de formación
y desarrollo intelectual de las mujeres en la España de la época, valorando su
aportación efectiva y su valor como plataformas de emancipación. En los años
diez se fundaron la Junta de Damas de la Unión Iberoamericana de Madrid,
heredera de las sociedades de Beneficencia características del siglo XIX; la
Asociación Nacional de Mujeres Españolas (AMNE), declarada políticamente de
centro y creada en 1918. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En 1915 se
había creado la Residencia de Señoritas, mucho menos ambiciosa en lo cultural
que su modelo masculino, e imbuida de cierto corte represivo. Aunque las
mujeres estudiaban en ella Magisterio, en 1928 solo dos de las doscientas
residentes habían elegido esa carrera: la enorme mayoría ya se había decantado
por Farmacia. Eulalia Lapestra, secretaria de la institución, declaraba en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Heraldo de Madrid</i>, en marzo de 1928, que
la carrera de Farmacia permitía a las mujeres no abandonar sus hogares
familiares.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Derivada
de la AMNE se fundó la Juventud Universitaria Feminista (JUF), de más clara
vocación intervencionista, y donde se asociaban estudiantes y licenciadas. De
ella surgieron las principales personalidades políticas de los años 30, como
Victoria Kent y Clara Campoamor. Ya en los años 20, la Cruzada de Mujeres
Españolas, presidida por Carmen de Burgos, fue la primera en reclamar el
sufragio femenino. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
noviembre de 1926 fue creado el Lyceum Club Femenino, espacio que resultó
fundamental para creadoras como Concha Méndez o María Teresa León (pág.80). Fue
clausurado, como toda la vida intelectual oxigenada, al final de la guerra
civil. Formaron parte de él casi todas las mujeres destacadas del momento:
María de Maeztu, Victoria Kent, Zenobia Camprubí, Ernestina de Champourcin,
Carmen Baroja, María Goyri, María de la O Léjárraga, Magda Donato, Elena Fortún
o Carmen Conde. En 1933, como una agrupación del Partido Comunista de España,
se creaba la Agrupación de Mujeres Antifascistas. </span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">No
hace falta que insistamos en el hecho de que todas estas asociaciones femeninas
fueron duramente combativas, tanto las progresistas como las conservadoras, e
incluso las neutras, desde tribunas reaccionarias o incluso desde publicaciones
y foros supuestamente progresistas.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Esperamos
que el hecho de haber ganado el XVI Premio de Ensayo Miguel de Unamuno 2015 del
Ayuntamiento de Bilbao ayude a este libro a abrirse paso entre la maraña
abigarrada de títulos que se publican cada año en España. Realmente merece una
buena distribución, una buena acogida. Aunque se eche de menos algo más de
enfoque multidisciplinar, pocos ensayos saben reunir en tan pocas páginas unos
argumentos tan bien sostenidos con unas conclusiones tan claras, tan necesarias
para una renovación de nuestras ideas sobre una etapa tan brillante de nuestra
cultura. La forma, el ensayo fluido y limpio de digresiones, es muy acertada. Y
no se trata en ningún caso de rebajar el valor de la obra literaria de ningún
autor, sino más bien, y sobre todo, de romper con un muro de invisibilidad que
nos impide entender una época en su totalidad real. Por mi parte, seguiré
considerando la labor de Ortega exactamente igual que antes, y a Marañón un
ensayista de primer orden; lo que resulta preciso, en todo caso, es
desmitificarlos; y en su dimensión humana resultan aún más comprensibles,
verosímiles.</span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Empieza
a resultar urgente que reconozcamos a nuestras creadoras, políticas e
intelectuales, que profundicemos en su difusión y que respondamos a nuestras
preguntas a través de sus legados.</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-43485411991964697352017-03-28T11:46:00.000-07:002017-03-28T11:46:05.782-07:00"El Siglo de la Revolución". Entrevista a Josep Fontana<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRQ6YGEO_OO-yR-qLmoLXx0-OzxdT9UGKF6XtuDSI9nIs1pDSL06J1OQGVZC69RqJWN8xZkIzT_AaXcGEHuxfzS-4LHmIPP37QAog_fYb_aoTOj_MmxxzRJw6sL7puevgYqdACuKfOawQ/s1600/font.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRQ6YGEO_OO-yR-qLmoLXx0-OzxdT9UGKF6XtuDSI9nIs1pDSL06J1OQGVZC69RqJWN8xZkIzT_AaXcGEHuxfzS-4LHmIPP37QAog_fYb_aoTOj_MmxxzRJw6sL7puevgYqdACuKfOawQ/s1600/font.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Josep Fontana publica en Crítica
un ambicioso ensayo que se propone relacionar el presente con los ciclos
históricos desarrollados en el mundo desde 1917. En todas las partes de la obra
se proponen nuevos enfoques, nuevas propuestas de interpretación. El primer
capítulo se centra en la Primera Guerra Mundial. A continuación se analizan
otros fenómenos globales, la crisis de 1929-1939, la Segunda Guerra Mundial, la
Guerra Fría, terminando en lo que Fontana denomina “La era de la desigualdad”,
el período en el que nos encontramos, caracterizado por el estancamiento
económico y social indefinido. Otra novedad consiste en llevar el análisis
hasta la actualidad misma, con una voluntad clara de incidir en la opinión
pública y generar debate y polémica. Una obra hipnótica, que aporta
innumerables direcciones bibliográficas, imprescindible para entender el mundo
actual y sus incertidumbres.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>¿Qué palabra o concepto utilizaría para definir la contemporaneidad?<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Resulta difícil contestar porque
la realidad social ha de ser analizada desde muchos aspectos. Pero si he de
señalar alguna realidad que realmente está marcando el porvenir es la
desigualdad. La desigualdad nos afecta a todos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>¿Qué lugar ocuparía <i>El siglo de
la revolución </i>en su larga trayectoria?<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Fundamentalmente yo empecé
investigando la primera mitad del siglo XIX, pero enseñando historia
contemporánea me di cuenta de hasta qué punto era importante realizar un
análisis de lo que estaba sucediendo en el presente. Mi nuevo libro surge de un
proyecto que tuvo una primera realización que se llamó <i>Por el bien del Imperio</i> (Pasado & Presente, 2011). Pero me
quedó interés por profundizar en el período comprendido entre 1914 y 1945. Yo
acabé ese libro en plena crisis del año 2008. En ese momento quedaba la
esperanza de que se produciría una recuperación que no se ha verificado. Lo que
se ha visto es que la llamada crisis se ha convertido en una etapa de
estancamiento indefinido. Ya se ve que no se va a volver a la situación
anterior a 2008. La idea de <i>El siglo de
la revolución </i>nace de la conciencia de que los analistas actuales hablan
desde hace tiempo de una nueva etapa de estancamiento permanente.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Su libro presenta el siglo XX como un período que no podría llamarse
“revolucionario”, pero que de algún modo ha sido “el siglo de la revolución”,
un siglo marcado por la experiencia iniciada en Rusia en 1917. Una revolución
que fracasó, pero que marcó de algún modo la sociedad occidental durante muchas
décadas. ¿No ha quedado nada de aquel ciclo revolucionario? ¿Realmente su fracaso
fue completo?<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Yo señalo, en este período que
examino, dos ciclos revolucionarios fundamentales. Por una parte, está la
historia de la Unión Soviética como proyecto de transformación, que ya se vio
que no obtuvo el resultado esperado. Por otra parte, tenemos la extensión de
las ideas del comunismo al resto del mundo. Realmente, la amenaza eran los
movimientos subversivos desarrollados en la propia Europa Occidental, los de
África y América Latina. Ese segundo ciclo revolucionario también falló. Y en
este aspecto deben destacarse dos hitos: el fracaso del París de 1968 y la
Primavera de Praga. París fue un paradigma: los estudiantes toparon con la
política del Partido Comunista y los sindicatos, que no secundaron el
movimiento revolucionario y se limitaron a recomendar medidas concretas como
aumentos de salario. En Praga lo que se vio claro es que la fuerza
transformadora de la unión Soviética se había estancado. Por otra parte,
también en Estados Unidos fracasaron las propuestas de la nueva izquierda, que tampoco
lograron transformar la sociedad.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>¿Cuáles son sus proyectos inmediatos? ¿Qué le obsesiona hoy?<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Bueno, creo que hay que tener en
cuenta mi edad y mi estado de salud. Acabo de ver en Internet el fallecimiento
de dos colegas más jóvenes que yo. Creo que trabajar me mantiene. Mi dinámica
es seguir trabajando. Porque me gusta. Así que, sí, justo cuando enviaba <i>El siglo de la revolución </i>a la imprenta
ya empezaba otro libro. Se trata de un proyecto que debería durar unos cinco
años. Quiero volver al campo de la etapa de 1815-1848, volver a la primera
mitad del siglo XIX. Quiero explicar cómo se llega a la fecha clave de 1848,
año del <i>Manifiesto comunista</i>, año
también de revoluciones. Hablar de la revolución de 1830, de cómo se produce el
fracaso de la Restauración.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>¿Cómo es la guerra en la que vivimos inmersos?<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Creo que es evidente que el mundo
continúa en un clima de Guerra Fría. Con Obama y con la posibilidad de la
presidencia de Clinton, parece que la situación habría continuado tensa pero
sin estallar. Trump ha colocado a Stephen Bannon, un hombre muy peligroso, en
el Consejo Nacional de Seguridad, que tiene mucho poder. La situación es alarmante
e imprevisible. Bannon anuncia un enfrentamiento directo con China. Estamos
ante la posibilidad de una intervención en China, Bannon y Trump amenazan con
ello, y quizás se produzca un conflicto de consecuencias desastrosas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>¿Es usted pesimista?<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Yo me eduqué en una norma de
Gramsci, la que dice: “Pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad”.
He sido educado en esta premisa. Creo que existe la voluntad de que esto, el
presente, debe cambiar. Las incertidumbres, por ejemplo, las que ha abierto
Donald Trump, no engendran precisamente alegrías. Como dice Hobsbawm, “El mundo
no cambiará solo”. Creo que, por fuerza, tendrá que llegar el cambio por acción
de los hombres y las mujeres que no van a aceptar un empeoramiento indefinido
de su situación. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No resulta muy habitual que un
libro de historia hunda sus raíces en el origen de la contemporaneidad para
extender su análisis hasta la actualidad misma. Pero el autor consigue iluminar
nuestro presente a través de la descripción de un sueño revolucionario fallido
que ha marcado todo un siglo de política occidental. <i>El siglo de la revolución </i>se zambulle en la turbulenta Europa de la
primera mitad del siglo XX para relacionar ese ciclo de violencia extrema con
las incertidumbres de nuestro mundo. Y lo hace con voluntad de generar
polémica. En lugar de ofrecer una lectura al uso de la Guerra Fría, por
ejemplo, niega que se enfrentaran Capitalismo y Comunismo: lo que entró en
conflicto eran las “fuerzas armadas de la libre empresa” contra todo aquello
que intentara ponerle obstáculos. Así, “la globalización ha heredado las
mentiras legitimadoras de su inmediato antecesor, el imperialismo”. Lo que
generó la Primera Guerra Mundial está a punto de desencadenar otro desastre,
bajo una máscara afín: la del crecimiento económico prometido por los
dirigentes neoliberales. Pero en lugar de garantizar una extensión del progreso
y el bienestar, lo que se genera es guerra y desigualdad, y sobre todo,
estancamiento económico. Otro rasgo original del libro es el caudal impresionante
de bibliografía anglosajona que maneja: no hace falta insistir en la necesidad
de que la historiografía propia rompa con su injustificable aislamiento. Qué
puede surgir de esta nueva etapa iniciada en 2008 es lo que intenta explicar
Fontana, mientras muestra con absoluto rigor los principales hitos de la
historia del siglo XX. <i><o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Andreu Navarra Ordoño</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Publicada en <i>La Aventura de la Historia</i>, 221, marzo de 2017.</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-89343770972403392382017-02-20T09:06:00.002-08:002017-02-20T09:07:53.703-08:00"Lo que España debe a Cataluña", de Luis Suárez<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwaRYqvdh1BD-cWsQD_BAfAxvw0WWyclcnN9jFngncMgGkRYHGTA2Fs59jTZz9rJXPxnM5b3Cyxx9ttaojo1G3EwfsPGCwipfDNK0P-nsEXh09z74dpFUfLtQkVU6SuAXWt1YxiJr7gAY/s1600/sua.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwaRYqvdh1BD-cWsQD_BAfAxvw0WWyclcnN9jFngncMgGkRYHGTA2Fs59jTZz9rJXPxnM5b3Cyxx9ttaojo1G3EwfsPGCwipfDNK0P-nsEXh09z74dpFUfLtQkVU6SuAXWt1YxiJr7gAY/s200/sua.gif" width="125" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b>Luis Suárez<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b><i>Lo que España debe a Cataluña (732-1516)<o:p></o:p></i></b></div>
<div class="MsoNormal">
<b>Barcelona, Ariel,
2016, 380 págs., 19,50 E<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Luis
Suárez se propone en esta extensa obra demostrar que el andamiaje ideológico y
político de la Monarquía Hispánica proviene de la estructura desarrollada en la
Corona de Aragón durante la Baja Edad Media. Para demostrarlo traza un
equilibrio entre la historiografía clásica catalana (Rovira i Virgili, Ferran
Soldevila, Ramon d’Abadal) y la castellana (Ménéndez Pidal) que traza un
recorrido muy completo sobre la trayectoria de la Cataluña condal y la Corona
de Aragón. El libro destila vicensismo y, lo admite el mismo autor, la idea no
era aportar nuevas fuentes sino más bien trazar una síntesis útil de lo que,
durante el siglo XX, se escribió sobre la Cataluña medieval.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Hasta aquí, el planteamiento no ofrece problema:
los destellos del libro provienen fundamentalmente de Vicens Vives: Lo que
España debe a Cataluña sería básicamente resistencia al absolutismo, líneas de
espiritualismo humanista y un diseño plural de las estructuras estatales. Y aun
así, llama la atención la falta de renovación historiográfica que se hace
evidente en los recorridos de recomendación bibliográfica. A mi modo de ver, no
pueden obviarse de forma tan explícita las innovaciones metodológicas de los
últimos treinta o cuarenta años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> Por
lo tanto, la obra de Suárez puede ser considerada una buena obra panorámica.
Disfrutará de ella cualquier lector que desee acercarse al andamiaje cultural e
institucional de la Cataluña medieval y de la Corona de Aragón. El fondo es
ambicioso y se nota que procede de toda una vida de trabajo. Pero observo
problemas relacionados con el título mismo de la obra, y con las abundantes
tesis presentistas que ofrece. Suárez arguye que en todo momento los fundadores
de la Marca Hispánica reivindicaron su condición de godos, y que siempre los
dirigentes del Principado tuvieron presente una visión unitaria y plural de la
nación española. Ahora bien, Suárez define “nación” como un elemento
supraestatal, exactamente al revés que las teorías de la tradición periférica,
que tienden a considerar exactamente lo contrario, que España llegó a ser un
Estado a través de la unión de, por lo menos, cuatro o cinco naciones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;">¿Qué es una
nación? ¿Qué se entendía por nación en el siglo XIII, o en el XVI? ¿Puede
equipararse el sentido del deber civil en el siglo XIII con el del siglo XXI? No
se pueden obviar estas preguntas que difuminan cualquier edificio doctrinal
demasiado sospechosamente sólido. Me temo que la cuestión es algo más compleja.
A mi modo de ver, no pueden evitarse tan
alegre y fácilmente las abundantes redefiniciones políticas que trajeron
quinientos años de Edad Moderna y Contemporánea. La historia, sí, debe
ayudarnos a comprender el pasado, aportar elementos de debate; pero soy de los
que cree que no debe servir para apuntalar opiniones políticas preconcebidas,
de ningún tipo. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"> En
mi opinión, la obra podría haberse presentado como un manual de historia de la
Corona de Aragón. La historiografía se rebaja si la reducimos a debate
ideológico presentista. Todos perdemos en ello.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Publicada en "La Aventura de la Historia", 220, febrero de 2017.</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/05563112876343507997noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9166415752399792769.post-85587151476248959392017-02-06T08:26:00.002-08:002017-02-06T08:26:47.198-08:00"Manuel Brunet", de Francesc Montero Aulet<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: "Helvetica Neue Light", HelveticaNeue-Light, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: middle;">
<b style="font-size: 12pt;"><span lang="CA">Manuel Brunet</span></b><span lang="CA" style="font-size: 12pt;"> no va ser sempre el periodista ultraconservador i anticomunista que firmava com a «Romano» a la revista </span><i style="font-size: 12pt;"><span lang="CA">Destino</span></i><span lang="CA" style="font-size: 12pt;">. Precisament, <b>Francesc Montero Aulet</b> (</span><i style="font-size: 12pt;"><span lang="CA"><a href="http://editorialafers.cat/botiga/ca/home/406-manuel-brunet-9788416260218.html" style="color: #660000; display: inline; outline: none; text-decoration: none; transition: color 0.3s;">Manuel Brunet. Elperiodisme d’idees a l’ull de l’huracà</a></span></i><span lang="CA" style="font-size: 12pt;">, <a href="http://www.editorialafers.cat/" style="color: #660000; display: inline; outline: none; text-decoration: none; transition: color 0.3s;">Afers</a>, Catarroja-Barcelona, 2016, 372 pp.) ens mostra la trajectòria canviant d’un home de lletres que va arribar a l’època del franquisme amb una llarga història al darrere, plena d’evolucions i de polèmiques.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: "Helvetica Neue Light", HelveticaNeue-Light, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: middle;">
<span lang="CA" style="color: black;">Brunet va començar a obrir-se camí en l’escena literària catalana amb textos de caire classicitzant, tal i com imperava llavors. Plenament noucentista és l’obra </span><i><span lang="CA" style="color: black;">Transformacions</span></i><span lang="CA" style="color: black;">, de 1912. L’any 1925 va publicar la novel·la </span><i><span lang="CA" style="color: black;">El meravellós desembarc dels grecs a Empúries</span></i><span lang="CA" style="color: black;">, una obra que, si bé continuava amb el classicisme imperant al moviment noucentista, introduïa dos elements que mostraven cert distanciament amb aquella ortodòxia: l’humor i el realisme. El Brunet d’aquesta època compresa entre la Primera Guerra Mundial i la Segona República comparteix un tret amb Antoni Rovira i Virgili: penso que devien ser els periodistes catalans que més sabien de política internacional, gràcies a la ingrata tasca de redacció.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: "Helvetica Neue Light", HelveticaNeue-Light, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: middle;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-DXEF6CzVP74/WJX954PVidI/AAAAAAAAt4g/L_vpkWgx1V4HvJHd2ygmbx4jIOZZYTUBQCLcB/s1600/P-10-Brunet.tif" imageanchor="1" style="clear: right; color: #660000; display: inline; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; outline: none; text-decoration: none; transition: color 0.3s;"><img border="0" height="320" src="https://4.bp.blogspot.com/-DXEF6CzVP74/WJX954PVidI/AAAAAAAAt4g/L_vpkWgx1V4HvJHd2ygmbx4jIOZZYTUBQCLcB/s320/P-10-Brunet.tif" style="-webkit-border-image: url("data:image/png; border: 9px none; box-sizing: border-box; display: inline-block; height: auto; margin: 10px auto; max-width: 100%; padding: 8px; position: relative;" width="215" /></a><span lang="CA" style="color: black;">Com <b>Gaziel</b>, tal i com explica Montero, Manuel Brunet va arribar al primer franquisme sent un «vencedor vençut», un intel·lectual de conviccions dretanes obligat a amagar les idees catalanistes, alineat amb el règim per necessitats professionals, causes religioses i motius polítics. Encara que mai no va combatre ni la república ni l’Estatut d’Autonomia de 1932, Brunet va ser terriblement violent contra <b>Azaña</b>, <b>Macià</b> i <b>Companys</b>, i contra la gestió d’Esquerra Republicana de Catalunya. En paraules seves, la iniciativa autonomista hauria d’haver estat administrada per polítics conservadors que no haguessin treballat pels interessos d’una sola classe social catalana: la dels rabassaires. Brunet va arribar a escriure que «Dividir els catalans: aquesta és la única obra realitzada pel senyor Macià. Dividir els catalans, fomentar l’odi entre pobres i rics, entre amos i treballadors» (p. 135). Molt superada quedava l’etapa de Brunet que, enemistat amb les autoritats eclesiàstiques que havia conegut durant els seus anys de seminarista, l’havien conduït a aprofundir en la seva amistat amb Andreu Nin, tot arribant a defensar els interessos del Sindicat Únic. Brunet va recuperar la fe, per a no perdre-la més, durant els anys vint, i durant la Segona Guerra Mundial va defensar tossudament les tesis del papa contra les dels seus detractors.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: "Helvetica Neue Light", HelveticaNeue-Light, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: middle;">
<span lang="CA" style="color: black;">També va combatre amb fúria les polítiques laïcistes del règim democràtic. Durant els anys republicans Brunet va militar a la Lliga Catalana, a partir de març de 1933, i va arribar a convertir-se en el periodista estrella, el més ben pagat, de </span><i><span lang="CA" style="color: black;">La Veu de Catalunya</span></i><span lang="CA" style="color: black;">, quan feia anys que se sentia incòmode a la plantilla de </span><i><span lang="CA" style="color: black;">La Publicitat</span></i><span lang="CA" style="color: black;">. Concretament, hi cobrava mil pessetes mensuals. L’any 1934 va arribar a prologar una edició de </span><i><span lang="CA" style="color: black;">Per la concòrdia</span></i><span lang="CA" style="color: black;">, de <b>Francesc Cambó</b>, i <b>Josep Janés</b> va reeditar la seva narració empordanesa de 1925, que havia vist la llum a la casa editorial Diana. A </span><i><span lang="CA" style="color: black;">La Veu</span></i><span lang="CA" style="color: black;"> hi va arribar a publicar un miler de comentaris polítics i d’actualitat, amb certa llibertat. No obstant això, Montero opina que «des del punt de vista literari podem considerar Brunet com una promesa no consolidada», perquè va ser engolit per la política i el turbulent escenari social.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: "Helvetica Neue Light", HelveticaNeue-Light, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: middle;">
<b><span lang="CA" style="color: black;">Josep Pla</span></b><span lang="CA" style="color: black;">, sorneguer com sempre, va dir que <b>Joan Estelrich</b> era un «Petit Ors». Tot seguint aquesta línia, podríem considerar en Brunet una mena de «petit Gaziel», pel sentiment d’ordre humanístic que compartien. Un petit gran Gaziel arborat i en llengua catalana. Brunet devia ser un tipus ben curiós, si jutgem per alguns retrats que recull Montero, com el de <b>Rossend Llates</b>: «Em va cridar l’atenció la seva fesomia esblaimada, tirant a verdosa, d’un verd de bruixot. Els qui treballen de nits i, naturalment, no veuen la claror del sol es caracteritzen per la pal·lidesa de la pell. Però el cutis d’en Brunet ja passava d’això. Estava tocat de verd, com d’absenta o de bilis; impressionava. Per acabar, duia un capell ensorrat i els seus ulls de miop semblava que patissin per veure-hi bé darrere els vidres. També em cridà l’atenció la cantarella clerical de la seva veu. De clergue vehement; no pas de místic de seminari, no gens afectada ni angelical» (p. 59). Un home alt, amb veu poderosa i opinions com bufetades. Així era en Brunet: un periodista temible, d’idees clares i inamovibles.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: "Helvetica Neue Light", HelveticaNeue-Light, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: middle;">
<span lang="CA" style="color: black;">En algunes opinions culturals, Brunet va ser com una mena de profeta, per exemple quan va escriure que «Quan s’escrigui la història de la literatura catalana contemporània es dirà: el dia que va sortir </span><i><span lang="CA" style="color: black;">La Publicitat</span></i><span lang="CA" style="color: black;"> va començar una revolució literària; l’idioma va guanyar en naturalitat i senzillesa» (p. 77). Radicalment, sí: Pla, <b>Segarra</b>, <b>Crexells</b>, <b>Rovira i Virgili</b>, només una part dels escriptors que hi van destacar amb una prosa depurada i incisiva. Brunet creia que la màxima urgència cultural a Catalunya era la recuperació del prestigi de la crítica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: "Helvetica Neue Light", HelveticaNeue-Light, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: middle;">
<span lang="CA" style="color: black;">La biografia de Francesc Montero és un d’aquells llibres que sorgeix a partir d’una recerca llarga i ambiciosa. La seva tesi doctoral sobre Brunet es pot consultar en línia des de fa cinc anys, i l’any 2014 va fer reeditar </span><i><span lang="CA" style="color: black;">El meravellós desembarcament dels grecs a Empúries</span></i><span lang="CA" style="color: black;"> amb un estudi introductori. La biografia d’ara és el resultat manejable i unitari de tot plegat. A part del domini absolut de les fonts hemerogràfiques (bàsicament les col·leccions de </span><i><span lang="CA" style="color: black;">La Publicitat</span></i><span lang="CA" style="color: black;">, </span><i><span lang="CA" style="color: black;">Mirador</span></i><span lang="CA" style="color: black;">, </span><i><span lang="CA" style="color: black;">La Veu de Catalunya</span></i><span lang="CA" style="color: black;"> i </span><i><span lang="CA" style="color: black;">Destino</span></i><span lang="CA" style="color: black;">), l’autor va poder accedir al fons documental familiar, que completa amb un ampli coneixement del context periodístic català de l’època anterior a la Guerra Civil. Una biografia completa i excel·lentment documentada. És a través de l’estudi atent de les figures de segona fila que podem accedir realment a la teranyina cultural dels anys del Noucentisme i dels anys vint i trenta. Ho expressa prou bé Montero: «En la nostra mirada cap al nostre passat, hem d’incorporar aquestes figures incòmodes i complexes, per il·luminar les ombres i zones grises que encara avui perduren en la nostra història recent» (p. 14). La repetició de dades heretades de monografies sobre grans autors conduiria a eternitzar tòpics i impediria problematitzar lectures massa unívoques i còmodes de la nostra cultura: perquè és a través de la reconstrucció d’epistolaris i plantilles de mitjans de comunicació que podem conèixer al detall l’estructura d’una etapa cultural enlluernadora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: "Helvetica Neue Light", HelveticaNeue-Light, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: middle;">
<span lang="CA" style="color: black;">Què faria a partir d’ara amb en Brunet? Jo ho tinc molt clar: editar-li una antologia dels seus millors articles culturals i polítics: els de </span><i><span lang="CA" style="color: black;">La Publicitat</span></i><span lang="CA" style="color: black;">, els de </span><i><span lang="CA" style="color: black;">Mirador</span></i><span lang="CA" style="color: black;"> i els de </span><i><span lang="CA" style="color: black;">La Veu de Catalunya</span></i><span lang="CA" style="color: black;">, amb una atenció especial als de l’època de la caiguda de Primo de Rivera i la Segona República, la millor època de Brunet. Ajudaria molt a comprendre dinàmiques internes de la política catalana i, per què no dir-ho?, constituiria un llibre curiós i divertit, amb sal i pebre, en bona part a causa del caràcter desaforat i desafiador d’un dels nostres millors periodistes clàssics, un autèntic professional de la polèmica, que es fa simpàtic per agosarat.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: "Helvetica Neue Light", HelveticaNeue-Light, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: middle;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fafafa; color: #333333; font-family: "Helvetica Neue Light", HelveticaNeue-Light, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: right; vertical-align: middle;">
<span lang="CA" style="color: black;">Andreu Navarra Ordoño</span><br /><i>Afers</i>, XXXI:85 (2016), pp. 821-823</div>
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